Una foto publicada por Jason Decaires Taylor (@jason_decaires_taylor) el
El artista que ha revolucionado al mundo con su obra se llama Jason deCaires Taylor, un artista ingles con una propuesta algo fuera de lo común. Jason se graduó en 1998 en cerámica y escultura, y en 2002 como buzo profesional. No pasó mucho tiempo para que el artista combinara sus dos grandes pasiones.
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Jason comenzó con su trabajo como un hobbie, y no fue sino hasta 2006 que su trabajo comenzó a volverse popular y logró conseguir los patrocinadores para pocos años después crear el museo de arte subacuático en Granada. Trabajo que tuvo tal repercusión que fue catalogado como una de las 25 maravillas del mundo moderno.
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Otro de sus trabajos más conocidos fue el “Atlas del Océano” una escultura subacuática de más de 60 toneladas de peso.
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Sus primeras obras encontraron lugar en las zonas del mar caribe que resultaron mas crudamente afectadas por el huracán Iván, precisamente, según el artista fue una forma para que los ojos del mundo voltearan hacia este lugar.
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La mayoría de sus obras muestran escenas de la vida cotidiana, pero en un contexto imposible, lo que dota el ambiente de magia y misticismo, sin necesidad de recurrir a grandes estratagemas.
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Como el mismo Jason afirma, cuando las esculturas son colocadas en el mar aún están lejos de estar terminadas, pues solo el paso del tiempo y la acción de la naturaleza pueden terminar estas hermosas obras de arte.
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Y es que estas impresionantes esculturas subacuáticas que tienen a miles deslumbrados, están hechas de tal manera que la vida marina pueda tomar posesión de ellas, transformándolas cada vez de maneras impredecibles.
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Las esculturas están hechas de hormigón y en su mayoría se basan en personas reales seleccionadas por el artista y copiadas creando un molde de las mismas.
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Todos estos factores, explica el artista, están dispuestas de tal manera que la obra refleje la interacción del hombre común con la naturaleza, y de paso la propuesta de que dicha interacción puede ser positiva y sostenible, llegando el hombre a una perfecta armonía con la naturaleza.
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El artista ha tenido numerosos reconocimientos por ser uno de los pioneros en revolucionar el mundo del arte integrando el concepto de arte moderno con el de conservación de la naturaleza.
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Para lograr su cometido Jason pasó por años de investigación hasta llegar a la creación de los perfectos materiales, resistentes y amigables con el entorno, y que favoreciera la vida coral.
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El plan de Jason era que sus obras hicieran impacto aumentando la biomasa de las regiones donde fueran instaladas para así maximizar el potencial de su obra para reavivar los ecosistemas marinos y lograr llevar a cabo su finalidad de crear una conciencia sobre la interacción humana con la naturaleza.
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Jason y su obra además de muchos otros reconocimientos ganaron el premio “Pergamino” galardón otorgado a ambientalistas de gran impacto, y fueron incluidos en la lista de lugares imperdibles de la revista Forbes.
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Pero dejando de lado la pompa de los numerosos y merecidos reconocimientos, es indudable que la obra de este revolucionario artista es digna de ser compartida y admirada, no solo por lo mágico de su puesta en escena, sino también por ser una ambiciosa obra que apunta a un mundo mejor, en el que la naturaleza y la belleza vuelvan a tomarse de la mano y en que la conciencia de preservación natural se convierta en una forma de autoconservación.
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