Escribir un blog te pone frente a un dilema existencial...Bueno...existencial, lo que se dice "existencial" en el pleno sentido de la palabra, no. Pero es un dilema que hasta hace poco no tenías; organizar tu tiempo para escribir cada post aportando un contenido valioso para quienes leen. En este momento me llega el eco de la voz de mi abuela diciendo: "el que quiere celeste que le cueste" y, aunque nunca me concentré en buscar la raíz etimológica del dicho en cuestión, sabía antes y sé ahora lo que intensiona: si verdaderamente quiero "algo" tengo que encontrar la forma de obtenerlo. Sabiduría femenina básica: motivación y voluntad son esenciales para encarar cualquier emprendimiento. Más allá de los reparos que pueda oponerle a la filosofía criolla acumulada por generaciones de mujeres Vidal, no pienso discutir ni por medio segundo que, cuando realmente te interesa cumplir un propósito, la única solución viable es dedicar tiempo y esfuerzo personal para gestarlo y sostenerlo.
La obviedad de las cosas...
A veces las cosas son tan obvias que resultan complicadas. No sé vos, pero yo tengo una resistencia innata a la obviedad. Ergo: me complico sin necesidad alguna. Es uno de los mecanismos de la personalidad intensional. Creo que podría crear un mantra y repetirme "lo obvio es obvio". Y punto. No busques la quinta pata...Veamos si la programación lingüística funciona y por un momento no busco la trampa o el atajo. Todo esto para recordar que no hay demasiado misterio en tener un blog profesional. Escribir en una plataforma virtual requiere de las mismas habilidades que hacerlo en el mundo offline. Básicamente, supone un ejercicio de organización:
1- Secuenciar el tiempo de otras actividades cotidianas.
2- Un esfuerzo mínimo de planificación de contenidos.
3- Escribir sin cohibirse pero respetando al lector.
4- Estar dispuesta a dar a conocer lo escrito en espacios colectivos de interacción.
Escribir un blog no es nuevo para mí. Conozco las idas y venidas del blogueo casi tanto como si fuera una profesión.¿Sabés lo primero que aprendí? Simple: redactar un post y poner en funcionamiento su difusión, lleva tiempo. Si querés saber cuánto, aproximadamente dos horas. En ocasiones más, cuando hay que editar fotografías o crear una imagen gráfica que ilustre el discurso. Claro, esto suponiendo que sabés claramente de lo que vas a escribir y manejás mínimamente el tema como para permitirte fluir. Por lo tanto, he aquí el primer problema existencial de una bloguera, ¿de dónde saco esas dos horas para escribir un post? Si alguna vez en tu vida escribiste una entrada, sabrás de dónde se saca generalmente ese tiempo: del sueño. El blogger es un ser nocturno por naturaleza. Salvo que "ser blogger" sea efectivamente tu actividad diurna y remunerada, lo más probable es que esperes la tranquilidad de la noche para leer y escribir. En este momento, a pesar de toda resistencia voy a darle el justo crédito a las obviedades: escribir un blog supone esfuerzo, paciencia y constancia. Para los que tenemos una vida tan normal como pedestre -de trabajo, familia, marido e hijos- eso no se obtiene sin alguna renuncia. Si además, tu blog supone el nexo entre tu emprendimiento y el público al cual aspirás llegar... vas a tener que buscar fuentes de energía y perseverancia en dosis extremas. Porque a todas las tareas anteriores, el desarrollo de tu creatividad y la búsqueda de innovación se le añade, escribir un blog atractivo para lectores específicos.¿Qué tendrá eso de bloguear?
Supongo que es una pregunta válida y es justo que sea respondida con honestidad. Honestamente, yo no puedo decir a ciencia cierta cuál es el secreto gusto de un blog. En mi caso personal escribir es más que una elección: es una necesidad. Se me escapan las palabras cuando las contengo demasiado...Sin embargo, creo que lo más gratificante de escribir un blog es crear una comunidad de lectores con los mismos intereses. Quien se acerca a las plataformas de creación de blogs, tiene un mensaje para ofrecer. Por eso, si me preguntaran, diría que mi gusto está en poder comunicarme a través del discurso escrito. La oralidad...es otra cosa. Soy tímida y los auditorios me cohiben, pero el espacio en banco del editor de entradas es un espacio familiar en el que no necesito preocuparme por los gestos de mi interlocutor. Es más, sé que mi interlocutor puede emocionarse o retirarse cuando quiera -cuando le deje de interesar lo que lee. Escribir un post tiene algo de la catarsis de las tragedias griegas, la posibilidad de purgar emociones y seguir adelante.
Ahora, todo muy lindo lo del diálogo virtual pero para quien tiene un emprendimiento la comunicación no culmina con el diálogo y el intercambio de opiniones porque el espacio en sí mismo tiene un objetivo. ¿Realmente necesitás un blog para tu emprendimiento? No tengo dudas; sí, lo necesitás. Y no te imaginás cuánto. Llegado este punto, probablemente tengas muchas más preguntas por responder, como:
1- ¿Por qué es necesario?
2- ¿Es el mismo tipo de blog que tendría como hobby?
3- ¿Cómo se gestiona un blog profesional?
4- ¿Se escribe diferente?
5- ¿Cómo se promociona un blog para ser visible en internet?
Si éstas son tus dudas, Intensional es el espacio para que las resuelvas. Lo primero que podés hacer es suscribirte al blog en el casillero que encontrás en la barra lateral para obtener todos los beneficios de ser una intensionante y sumarte al camino de quienes construyen su propio relato. Además, mañana viernes venite de visita. Encontrá un momento en el que tengas algunos minutos de tranquilidad para pensar en tu proyecto y por acá me encontrás, respondiendo las primeras preguntas sobre cómo tener un blog para emprender. Porque ser emprendedora y ser bloguera tienen más de un punto de intersección, podés creerme. Ayudarte a encontrar tu forma de ser y estar naturalmente en el mundo virtual es un compromiso que asumo personalmente.
Escribir un blog profesional puede ser incómodo si sos una bloguera hedonista o si el solo pronunciar la palabra "vender" te produce escalofríos. Porque a las emprendedoras creativas, el diseño y la comunicación les apasiona indudablemente pero ¿qué pasa a la hora de vender sus productos? Si querés convertir tu talento en una forma de vida, el blog es un soporte de comunicación invaluable. De pronto ya lo sabés pero aún así... ¿Escribir un post de promoción te hace sentir incómoda? No es extraño. En general solemos sentirnos en una situación comprometida tanto cuando tenemos que vender como cuando sentimos que nos intiman para una venta. Pero no es un problema sin solución. Simplemente vamos a requerir de un poco de paciencia y algo de colaboración intensional.
O quizás, sufras del efecto contrario: demasiada parquedad. Tu blog es únicamente una vitrina de ventas. Un espacio exclusivamente dedicado a promocionar tus colecciones o novedades sin ningún rastro de identidad. Si es así, no sigas preguntándote por qué tu emprendimiento no funciona online. En la parquedad del diálogo y la impersonalidad del espacio está la respuesta. Como bien expresó Kass en el post anterior, para emprender primero hay que conocerse, discernir los propios valores y tener conciencia de tu individualidad. Para una mujer creativa, no hay otra forma de escribir y de emprender, que no sea desde el alma. ¿Nos leemos? Si no querés perderte las novedades de esta nueva sección del blog, suscribite en el casillero que se encuentra en la barra lateral o en la barra que se encuentra en el margen superior del blog. Sumate a intensionar, blogué profesionalmente,