Historia del Museo Británico
Los orígenes del Museo Británico se encuentran en la última voluntad del médico, naturalista y coleccionista, Sir Hans Sloane (1660-1753). Durante su vida, Sloane recolectó más de 71,000 objetos que quiso conservar intactos después de su muerte. Así que legó toda la colección al Rey Jorge II para la nación a cambio de un pago a sus herederos.
El regalo fue aceptado y el 7 de junio de 1753, una ley del parlamento estableció el museo británico. Las colecciones fundadoras consistieron principalmente de libros, manuscritos y especímenes naturales y algunas antigüedades (incluyendo monedas y medallas, grabados y dibujos) y material etnográfico.
El Museo Británico abrió al público el 15 de enero de 1759. Fue primero alojado en una mansión del siglo XVII, Montagu House, en Bloomsbury, en el sitio del edificio de hoy. La entrada era gratuita y se daba a «todas las personas estudiosas y curiosas».
Con excepción de las guerras mundiales, el Museo ha permanecido abierto desde entonces. Ha aumentado gradualmente sus horas de apertura y ha pasado de una asistencia de 5.000 por año a los actuales 6 millones.
El Museo Británico en el siglo XIX
En la primera parte del siglo XIX hubo una serie de adquisiciones de alto perfil para el Museo Británico. Éstas incluyeron la Piedra Rosetta (1802), la colección de esculturas clásicas de Townley (1805), y las esculturas del Partenón (1816).
En 1823 el regalo a la nación por George IV de la biblioteca de su padre (la biblioteca del rey) incitó la construcción del edificio cuadrangular de hoy diseñado por Sir Robert Smirke (1780-1867). En 1857, tanto el edificio cuadrangular como la Sala de lectura redonda habían sido construidas.
Para hacer más espacio para las crecientes colecciones del Museo Británico, las colecciones de historia natural fueron trasladadas a un nuevo edificio en South Kensington en la década de 1880. Esto se convirtió en el Museo de Historia Natural.
El Museo Británico estuvo involucrado en muchas excavaciones en el extranjero. Sus colecciones asirias formaron la base para la comprensión de la escritura cuneiforme (una antigua escritura del Medio Oriente). De la misma manera, la Piedra de Rosetta habría resultado en el desbloqueo de la escritura jeroglífica egipcia.
La colección del museo se amplió en nuevas direcciones. Recogiendo no sólo antigüedades británicas y medievales, sino también material prehistórico, etnográfico y arqueológico de Europa y más allá. Así como arte y objetos orientales.
Junto con su trabajo académico, los curadores se interesaron en ampliar el atractivo del Museo a través de conferencias, mejorando las exhibiciones y escribiendo guías populares de las colecciones.
El siglo XX en el Museo Británico
En la década de 1970, se había establecido un programa activo de renovaciones de galerías y se había establecido un servicio de educación y una editorial. Adicionales instalaciones públicas fueron proporcionadas en una serie de obras de construcción. Éstas incluyeron la Galería de Duveen, construida para albergar las esculturas del Partenón.
En 1973 la biblioteca se convirtió en parte de una nueva organización, la Biblioteca Británica. Esta organización permaneció en el Museo hasta 1997, cuando los libros dejaron Bloomsbury para un nuevo edificio en St Pancras.
La Gran Corte de la Reina Isabel II, construida en el espacio desocupado por la biblioteca, refleja la más reciente expansión pública en el Museo. Con dos acres, es el mayor espacio público cubierto en Europa. En el centro está la sala de lectura restaurada. Mientras que alrededor y debajo de ella nuevas galerías y un centro de educación fueron construidos.
El Museo celebró su 250 aniversario en 2003 con la restauración de la Biblioteca del Rey, la sala más antigua del Museo y el lanzamiento de una nueva exposición permanente: Descubriendo el mundo en el siglo XVIII.
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Arquitectura del Museo Británico
El núcleo del Museo Británico de hoy, incluyendo el gran frente sur, fue diseñado en 1823 por Sir Robert Smirke en estilo Revival griego. Pero el edificio no se completó hasta 1852. Este nuevo edificio era un cuadrángulo construido en el jardín al norte de Montagu House.
El ala meridional finalmente reemplazó el antiguo edificio. Robert Smirke se retiró del trabajo en 1845, entregando la ejecución del proyecto a su hermano más joven Sydney. Este fue responsable del pasillo delantero, de la terminación de la sección principal (central) del frente y de la columnata del sur, del antepecho y de los pasamanos.
En 1852 se propuso que el cuadrado vacío de Robert Smirke estuviera ocupado por un nuevo edificio para albergar la biblioteca. Sydney Smirke fue el arquitecto. El trabajo en la construcción de la Sala de Lectura, un área de lectura circular abovedada rodeada por las tablas de libros rectangulares, ocurrió en 1854.
La Gran Corte de la Reina Isabel II, diseñada por el arquitecto Lord Foster, fue inaugurada por Su Majestad la Reina el 6 de diciembre de 2000. Después de la partida a St Pancras de la Biblioteca Británica, las tablas de libros alrededor de la Sala de Lectura de Sydney Smirke fueron desmanteladas y un piso nuevo construido en el patio. Esto fue cubierto entonces para proporcionar la plaza cubierta más grande de Europa.
Colecciones del Museo Británico
Con la inmensa cantidad de arte que este museo alberga, es casi imposible clasificarlas todas. Pero estas son algunos de los departamentos más destacados que funcionan dentro del Museo Británico.
Departamento de Arte Egipcio
El Museo Británico alberga la colección más amplia de arte egipcio después del Museo Egipcio del Cairo. Esta cuenta con más de 100.000 piezas. La colección incluye objetos provenientes de los sitios arqueológicos más importantes y abarca todas las dinastías.
La colección egipcia del museo data de su apertura. Luego fue aumentada gracias a las piezas confiscadas a Francia luego de la batalla del Nilo. En este grupo se incluye la Piedra Rosetta, una de las piezas arqueológicas más importantes de la historia, sobre todo para entender el significado de los jeroglíficos.
Además de esto, el Museo Británico ha apoyado durante décadas nuevas excavaciones en Egipto. Esto ha dado como resultado una vasta colección de artefactos de inmenso valor artístico e histórico. Es imposible nombrarlos todos pero te mencionamos algunos.
La colección incluye una importante cantidad de momias de varias dinastías. Además de varias piedras originales de la Gran Pirámide de Giza, una cabeza colosal de una estatua de Amenhotep III. Junto a esto, 99 de las tablas encontradas en Amarna, una lista de los Reyes encontrada en el Templo de Ramsés II y figuras de bronce de Isis y Osiris.
Departamento de Grecia y Roma
El Museo Británico también cuenta con una de las colecciones más extensas de piezas del Mundo Clásico. Estas van desde la Era de Bronce Griega hasta el establecimiento del Cristianismo. Estos objetos han sido recolectados a través de todo el territorio que estuvo bajo el control griego durante su historia.
Algunas de las piezas que se pueden ver se encuentran: Dos figuras colosales independientes identificadas como Maussollos y su esposa Artemisia provenientes del Mausoleo de Halicarnaso. Mármoles del Partenón y una de las bases de columnas esculpidas del Templo de Artemisa en Éfeso. Además de la reconstrucción del Templo Nereid.
En cuanto a Roma, la colección también abarca desde la era de bronce además de incluir el arte etrusco. Cuenta con una vasta colección de objetos del Imperio Romano. Esta incluye mosaicos, piezas de bronce y esculturas de mármol.
Los objetos expuestos provienen de todo el imperio. Se extienden desde esculturas de metal y piedra de emperadores y de dioses hasta joyería, cerámica, plata y vidrio. Incluyendo el famoso Cameo Portland.
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Departamento del Medio Oriente
El Museo Británico cuenta con la más importante colección de objetos del Medio Oriente del mundo. Estos incluyen Mesopotamia, Persia, la Península Arábiga, Anatolia, el Cáucaso. Además de partes de Asia Central, Siria, Tierra Santa y asentamientos fenicios en el Mediterráneo occidental. Va desde el período prehistórico e incluyen objetos del comienzo del Islam en el siglo VII.
El Museo Británico cuenta con una colección extensa y sumamente interesante que ver. Es un resumen de la historia de la humanidad desde su antigüedad. Este es sin duda un museo magnífico por ver en Londres.
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