Siendo sincera, nada me hace más ilusión que finiquitar hoy la serie de post veraniegos que he ido arrastrando durante el mes de septiembre... y es que, aunque el verano da para mucho, me parece un sacrilegio seguir hablando de él cuando ya hemos entrado en mi adorado otoño. Qué le vamos a hacer, tengo ganazas de poblar el blog con fotografías de hojas secas, tonos anaranjados y, si pudiera, sonido a criscras.
Como ya dije en la primera parte de lecturas estivales, el verano trajo a mis manos buenos libros y muchas ansias por devorarlos. ¡Aquí tienes otras ocho boniteces que recomiendo!
Agosto, octubre (Andrés Barba): Barba ha sido –junto con McEwan y Gloria Fuertes– uno de los grandes descubrimientos del año. Me enamoró en marzo con Las manos pequeñas y este verano volvió a hacerlo con Agosto, octubre. Este libro es adolescencia en estado puro, violencia, sexo y muerte. No hay que esperar una historia con fuertes altibajos porque no los hay, pero adoro tanto la forma de narrar de este autor que sé que con cualquier novela, por sencilla que sea la premisa, me atrapará. 8/10
Reasons she goes to the woods (Deborah Kay Davies): Es una novela escrita de forma muy curiosa, en capítulos cortos de una sola carilla como si fueran episodios de una vida; la vida de Pearl, una niña que cuando quiere es muy buena pero, muchas veces, puede llegar a ser muy mala. Es un libro difícil de digerir y algunos de los capítulos son bastante oscuros, pero –como fan de todo lo siniestro– me encantó. ¿Una pega? No está traducido al castellano y algunas partes se me hicieron complicadas de entender en inglés, sobre todo en las primeras páginas. Hay bastantes descripciones detalladas de plantas y flores y adjetivos muy específicos por los que tuve consultar el traductor más de lo deseado hasta que conseguí meterme en la historia. 9/10
El señor de las moscas (William Golding): Tengo sentimientos encontrados con este libro. Los niños pueden llegar a ser muy crueles, y más si se encuentran en una isla desierta donde no hay ningún adulto... pero lo que ocurre en El señor de las moscas es demasiado terrible. Acabé la novela con una sensación de angustia increíble y, aunque no es ni de lejos uno de mis libros favoritos, lo cierto es que me ha marcado. 8/10
En las nubes (Ian McEwan): Dejémonos de cosas siniestras y pesimistas, ¡este libro es amor del bueno! En siete capítulos cortitos, Peter Fortune, un niño de diez años, cuenta las aventuras de su infancia protagonizadas por su gran imaginación. Es un libro conmovedor, y no pude evitar sentirme identificada con el protagonista porque, al igual que Peter, yo también paso mucho tiempo en las nubes. 8/10
Las ventajas de ser un marginado (Stephen Chbosky): La película me encantó y tenía altas expectativas con el libro que, a la hora de la verdad, no me gustó tanto. Bastantes capítulos –escritos en forma de diario por Charlie, un chico de 15 años– me parecieron demasiado largos y con algo de "relleno", pero, en general, la sensación al terminar la novela no fue mala. No es un libro para tirar cohetes, pero está bien escrito y disfruté mucho de su lectura ligera y entretenida . 7/10
Apegos feroces (Vivian Gornik): Cogí este libro sin saber muy bien de qué iba y lo que encontré me enamoró. No suelo ser muy fan de las biografías, pero Gornik escribe con tanta delicadeza y mimo que si el libro llega a ser mío –lo cogí de la biblioteca– lo hubiese llenado de post its. Apegos feroces gira, principalmente, en torno a la relación de Gornik con su madre y, aunque es un libro que te destroza por dentro, creo que merece muchísimo la pena. 8/10
Todo esto te daré (Dolores Redondo): Tenía este libro pendiente desde que leí la trilogía del Baztán, ¡y no me ha defraudado para nada! Dolores Redondo sigue en su línea de "misterio que hay que resolver", esta vez ambientado en la Ribeira Sacra, Galicia... un lugar que me atrae enormemente. La trama está muy bien hilada de principio a fin, y aunque no me enganché realmente a la historia hasta llegar casi a las doscientas páginas he de decir que me encantó. 8/10
El final de todos los agostos (Alfonso Casas): Vi algunas ilustraciones originales de este autor en una exposición en mi ciudad... y me quedé tan encandilada que tenía que leer el libro. Está ilustrado con mucho mimo y la historia es amor: Dani decide, poco antes de casarse, volver al pueblo donde de pequeño pasaba los veranos para recrear las fotografías que tomó por aquel entonces y, de paso, encontrar al mejor amigo de su infancia. Si no le doy un diez es porque el final me dejó un poco plof, pero eso no quita para que sea una auténtica joyita. Además, la edición es fantástica... con hojas de papel vegetal transparentosas de por medio que dan un toque único y ultra cuqui al libro. 8/10
¿Has leído alguno de estos libros? ¡Cuéntame qué lectura tienes ahora entre manos y disfruta mucho del fin de semana!