Punto de encuentro: la Ciudad Vieja.
Como sabe, Jerusalén es considerado como uno de los destinos del turismo religioso más importante del mundo. Cada año miles de fieles visitan la capital de Israel, pero en los últimos años vemos cómo sus autoridades hacen importantes esfuerzos por atraer a los viajeros internacionales interesados por la cultura y el arte, sin implicaciones de creencias y religiones.
Uno de los puntos más visitados de la capital es la Ciudad Vieja, un área de casi 1 kilómetro cuadrado de extensión incrustada dentro del llamado Jerusalén Este. La Ciudad Vieja presume de tener una de las mayores concentraciones de edificios religiosos del mundo. En ella encontramos no solo el Muro de las Lamentaciones judío, sino también la famosa Cúpula de la Roca - tan importante para la religión musulmana - o el vital Santo Sepulcro, lugar de peregrinación de los fieles que profesan el cristianismo. La concurrencia de estos enclaves culturales e históricos explica por sí sola que la Ciudad Vieja fuera considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el ya lejano año de 1981.
De forma tradicional la Ciudad Vieja se divide en cuatro barrios o sectores: el Barrio Armenio, el Musulmán, el Cristiano y el Judío. Y es precisamente en las calles, patios y plazas de estas pequeñas demarcaciones donde las bandas de música, los grupos y los solistas que participan en el Festival desgranan sus notas musicales en decenas de conciertos gratuitos. Músicos de todos los países y prácticamente todos los estilos musicales del mundo reparten su arte de forma gratuita ambientando cada Barrio de la Ciudad Vieja.
Durante cuatro días de marzo los edificios, las plazas, los templos? de la Ciudad Vieja de Jerusalén adquieren un color especial, el color de la música.
Una música para cada Barrio.
Una de las peculiaridades que convierten en único el Festival “Los Sonidos de la Ciudad Vieja” es la concurrencia de diferentes estilos musicales. Al Festival concurren músicos profesionales de diferentes países y culturas. Gran parte del tiempo de las jornadas se dedicará a reproducir piezas de la música antigua cristiana, árabe y armenia por lo que disfrutaremos no solo de maravillosas melodías, sino de la contemplación de esos instrumentos musicales que ya se consideran pedacitos de historia de la humanidad.
Pero en el Festival no solo nos empaparemos de historia y tradición. Durante estas jornadas de marzo tendremos el placer de asistir a conciertos y sesiones de estilos musicales tan contemporáneos e incombustibles como, por ejemplo, el góspel, el jazz o, incluso, nuestro españolísimo flamenco.
¿Se imagina escuchar su pieza musical favorita en la Plaza Muristán? ¿Y saborear un aromático té mientras escucha de fondo una melodía clásica en un patio del pequeño Barrio Judío? Estas, y muchas otras experiencias, serán las que atesorará si viaja a Jerusalén a partir del 9 de marzo. Una experiencia para disfrutar de la Ciudad Vieja? a través de la música.
La cuarta edición.
La primera edición del Festival “Los Sonidos de la Ciudad Vieja” de Jerusalén tuvo lugar en el año 2011. Ese año los organizadores del Festival - la Autoridad de Desarrollo de Jerusalén- plantearon el evento como una forma de atraer a un mayor número de turistas extranjeros a través del lenguaje universal del ser humano: la música.
El éxito de esa primera edición fue abrumador y animó a la Organización a seguir organizando el evento. 2012, 2013, 2014 y 2015, la cuarta edición del Festival “Los Sonidos de la Ciudad Vieja”, un evento musical, un regalo para los sentidos.
Jerusalén en marzo: horas de música para todos los públicos, conciertos en directo que cuentan, sin palabras, la confluencia de etnias y culturas del mundo en el que nos ha tocado vivir.
Imagen:“Jerusalem from mt olives” by Wayne McLean (Jgritz) - Own work. Licensed under CC BY 2.0 via Wikimedia Commons.