Las momias de Guanajuato son un atractivo turístico muy importante, personas de todo el mundo vienen exclusivamente a verlas, incluso algunos realizan esta actividad mas de una vez. Para muchos resulta un espectáculo sumamente interesante, mientras para otros resulta algo aterrador, es por esto ultimo que se colocan como protagonistas importantes de gran cantidad de leyendas de guanajuato.
Comenzamos entonces compartiendo la historia de un hombre que visitaba Guanajuato, él dedicaba gran parte del día a cumplir sus labores, pero una vez terminadas se daba el tiempo de conocer la ciudad de una y mil formas ya que es un lugar sumamente entretenido. Después de visitar bares, restaurantes, edificios coloniales, lo único que le faltaba por ver, eran las momias, asi que ni taro ni perezoso fue hasta el museo.
Recorrió el edificio junto a otros visitantes, atendiendo cuidadosamente a las explicaciones de su guía, el tema parecía sumamente interesante, sobre todo al saber que la exposición se llevaba al extranjero, que las momias viajaban a otros países y justo estaban volviendo de una gira por estados unidos. Esto encajó perfectamente con el hecho de que una de las momias no estuviese en su lugar y se asumió simplemente que aun no terminaban de colocarlas a todas.
Cuando el recorrido terminó el hombre se dio cuenta que le había gustado tanto para hacerlo de nuevo, esta vez sin guía alguno y salió del museo justo antes de que lo cerraran, para ese entonces ya había caído la noche, ahí se topó con una escena inquietante, una mujer estaba a punto de ser arrollada por un auto a gran velocidad, así que corrió a salvarla quitándola del medio del camino, la mujer estuvo muy agradecida y extendió la mano como gesto de buena fe, pero al momento que el hombre la tomó a ella se le cayó un dedo, un dedo momificado, el hombre salió corriendo y la mujer solamente entró al museo.