Con más de 2.000 años de antigüedad, Xin Zhui (también conocida como Lady Dai), es una mujer momificada de la dinastía china Han. Lo curioso es que preserva su propio cabello, su piel es suave al tacto y sus ligamentos aún se doblan, detalles propios de una persona con vida. Xin Zhui es reconocida como la momia humana mejor conservada de toda la historia.
El descubrimiento
En 1973, un grupo de trabajadores estaba trabajando cerca de un refugio contra ataques aéreos cercano a Changsha, cuando se toparon con la colosal tumba. En la cripta había más de 1.000 artefactos, incluyendo el maquillaje, piezas de laca y cientos de figuras de madera talladas que representan a los servidores de Lady Dai. Inclusive estaba puesta la mesa para un banquete que Xin Zhui disfrutaría en el más allá.
Lo más sorprendente del descubrimiento fue el estado de conservación del cuerpo. El cabello en su cabeza, en las orejas y en los orificios nasales, al piel elástica y húmeda. El cuerpo incluso permitió que se le realizara una autopsia datando su fecha de muerte en el año 163 antes de Cristo. Sin embargo, ni bien comenzaron los trabajos con el cuerpo, Xin Zhui entró en contacto con el oxígeno y el deterioro de las células se aceleró.
La misteriosa momia de Lady Dai
Los investigadores encontraron que todos los órganos de la mujer estaban intactos, y que por sus venas aún había sangre tipo A. Los coágulos en la sangre permitieron determinar que la causa de la muerte fue un paro cardíaco. Los expertos en medicina forense realizaron análisis que determinaron que Lady Dai sufría de presión alta, daño en el hígado, colesterol alto y cálculos biliares.
Otros descubrimientos de la momia incluyen 138 semillas de melón sin digerir en su estómago e intestino. Este tipo de semillas tardan aproximadamente 1 hora en ser digeridas, así determinaron que el melón fue lo último que comió minutos antes de fallecer.
¿Por qué la momia se preservó tan bien?
Los investigadores acreditan el nivel de preservación del cuerpo a las excelentes condiciones de diseño de la tumba. Ubicada a 40 metros bajo tierra, en la tumba había una mínima circulación de aire que permitió reducir el deterioro. Además el cuerpo de Xin Zhui estaba dentro del más pequeño de cuatro ataúdes de pino. Cada uno de estos ataúdes estaba dentro de otro, y la mujer estaba envuelta en 20 capas de tela y sumergida en 21 galones de un líquido desconocido con restos de magnesio y una condición de leve acidez.
La mujer fue enterrada y convertida en momia con una de las técnicas más importantes y eficaces de la época, y por ese motivo hoy se la recuerda como una de las misteriosa momias chinas que sorprendió a toda la comunidad científica por la gran calidad de sus restos pese al paso de los años.