Además, los expertos aseguran que la quema de petróleo podría ser el origen del brutal deshielo del continente helado.
El Ártico se derrite
Para las asociaciones ecologistas, el hielo del Ártico, del que todos dependemos, está desapareciendo. Y lo está haciendo rápido. En los últimos 30 años, dicen, hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra.
Indican que durante más de 800.000 años el hielo ha sido una característica permanente del océano Ártico, pero que ahora se está derritiendo por el uso desmesurado de energías fósiles sucias y, en un futuro cercano, el hielo podría desaparecer, por primera vez, desde que los humanos pisamos la Tierra.
Esto sería devastador, señalan, tanto para los pueblos como para los osos polares, narvales, morsas y los demás moradores del Ártico, así como para el resto de la Humanidad. El hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco al planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos de los que dependemos para cultivar nuestros alimentos. Por tanto, proteger el hielo significa protegernos a todos.
Por ejemplo, el verano de 2012 la NASA dio la voz de alarma al observar un deshielo repentino del 97% de la superficie helada de Groenlandia, isla situada entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico, en tan solo cuatro días (del 8 al 12 de julio).
Cada verano se derrite la mitad de la superficie helada de esta isla, pero la rapidez y la escala del deshielo de esa ocasión sorprendió a los científicos que lo describieron como ?extraordinario? por la magnitud y la rapidez nunca antes observada.
Según la agencia, el deshielo se produjo, incluso, en las zonas más altas y frías de la isla, como en Summit Station, y pudo deberse a una ?inusual cúpula de calor? sobre Groenlandia.
La NASA destacó en ese momento que casi toda la capa de hielo de Groenlandia, desde las partes más finas, situadas en la costa, hasta las del centro, que pueden llegar a tener un espesor de 3 km, habían experimentado de algún modo el deshielo.
Los investigadores, de momento, desconocen las consecuencias del deshielo del Ártico, pero señalan que podría contribuir a la elevación del nivel del mar, con las consecuencias que de ello derivarían.
Prospecciones petrolíferas
Sin embargo, Shell, BP, Exxon y Gazprom, entre otros, denuncian las organizaciones ecologistas, prefieren arriesgarse a un vertido en el Ártico por poder extraer petróleo que sólo cubriría la demanda global durante tres años.
Advierte, igualmente, que son las mismas compañías que hicieron que el Ártico comenzase a derretirse las que están buscando enriquecerse con el deshielo al querer abrir una nueva frontera petrolífera para obtener, teóricamente, 90.000 millones de barriles de petróleo.
Greenpeace, por su parte, indica que documentos gubernamentales secretos afirman que gestionar vertidos de petróleo en aguas semicongeladas es ?casi imposible?, y que errores inevitables harían añicos el delicado ecosistema ártico.Esto, que significa muchísimo dinero para ellos, solo equivale a tres años de petróleo para el resto del mundo, señala la organización.
Para perforar el Ártico, las petroleras tienen que apartar los icebergs que sus plataformas encuentren en el camino, y derretir el hielo flotante con mangueras gigantes de agua caliente.
Por otro lado, también señalan los ecologistas que las flotas de pesca industrial están comenzando a pescar con redes de arrastre en aguas del Ártico, y que por tanto la actividad pesquera de las gentes del lugar, que han estado pescado de manera sostenible en el Ártico durante miles de años, podría desaparecer si se permitiera que las compañías pesqueras exploten el océano Ártico.
Conflictos
Greenpeace, además, asevera que, según muestran algunas de las filtraciones de Wikileaks, Estados Unidos habla de ?amenazas militares crecientes en el Ártico?, y Rusia predice una ?intervención armada? en el futuro, y que, por tanto, la amenaza de guerra en el Ártico es real.
Los países que bordean el Ártico están adquiriendo submarinos, cazas y rompehielos nucleares para reclamar el Ártico mediante la fuerza. Tanto Rusia como Noruega han anunciado ?batallones árticos? para luchar por sus intereses nacionales. Junto a la creciente militarización, seis países están intentando hacerse con partes del Ártico sin reclamar, incluyendo el Polo Norte, señala Greenpeace.
Esas zonas ahora nos pertenecen a todos, el Ártico Superior, de momento, no pertenece a ningún país de ahí el conflicto de intereses, reconoce la organización ecologista.