Este extraordinario local tiene MAGIA, su distribución en sala es todo un Tetris, de rincones, espacios, ambientes, todos con -código especial-. Es de los lugares donde hay que descubrir sus distintas vertientes que guardan este espacio gastronómico que se convierte en toda una experiencia nada más cruzar la puerta del establecimiento.
Es de los sitios donde sabes que volverás tan pronto como puedas, ya estoy pensando en ir con mi amigo Rubén al que normalmente no desvelo el destino en nuestras experiencias, pero en esta ocasión no me puedo callar. Nada más llegar nos adentraron al centro de este “Ecosistema”, un patio que te llevará al lugar que imagines antes de tomar asiento, a partir de ese momento pasaran cosas increíbles.
Alba empieza con las presentaciones, no tardará 15 segundos cuando te preguntará que bebida deseas tomar, decir que su profesionalidad viene cargada de mucha energía que es capaz de transmitir, nos dejamos llevar a pesar de tener la lista de la compra en mi cabeza, cierto es que las recomendaciones coincidimos al 90%. Alba tiene Alma y disfruta de su trabajo a pesar de ser muy intenso.
Antes de que se me olvide, La Pescaderia respira Armonía en todo su concepto: Sencillez, Honradez, Equilibrio, Calidad, Profesionalidad y todo esto en un entorno mágico. En esta ocasión vamos a felicitar también a los que muchas veces son -olvidados-, los que con Las Manos en la Masa hacen cosas extraordinarias para el deleite del otro, el de Las Manos en la Mesa.
Así pues vamos con los primeros lances, Tacos de Rabo de Toro, con salsa verde mexicana, cilantro y cebolla. Crujiente en boca, claramente separado de sus sabores y aromas, el cilantro viene al fondo por si te habías quedado a medias, un manjar para el paladar, una entrada muy recomendable.
Ahora, vamos con la segunda tirada repleta de color y más de sabor. La combinación del salado y sabroso de un langostino bien salteado a la suavidad del mango con su extraordinaria textura y aroma, lo equilibra a la perfección el aguacate con su ausencia de dulzura en su sabor, lo que uno da el otro compensa. Este plato es de KatyMolongo, es para repetir y compartir, dado que las raciones son generosas, solo por esta propuesta gastronómica merece volver.
Estamos de Pesca no? Pues vamos con ella, unos Chipirones con cebolla caramelizada sobre base de tomate, sencillos, nada especial salvo que saben a Chipirón.
Un clásico, si pero -rico-rico- y es que somos muy de vinagre verdad? En esta ocasión quiero invertir los pesos, o al menos neutralizarlos, si os fijáis en la fotografía ocupa el primer plano la patata, y de eso quiero hablar, la patata que normalmente es el acompañamiento y a veces -utensilio- para llevarte un boquerón a la boca, aquí es un verdadero protagonista, o al menos al -cincuenta/cincuenta-. Son patatas “chips” caseras con su piel que ofrece un sabor distinto al que estamos acostumbrados, que duda cabe que su compañero en este viaje es un buen boquerón, limpio, durito, con buen aceite y vinagre.
Ya toca recoger el sedal, hemos puesto Las Manos en la Mesa en la Pescadería, finalmente estuvimos dudando entre el postre y pedir el último plato, (me han “chivado” que tienen una tarta de zanahoria que puedes morir!), bueno, sacrificamos el postre por este Carpaccio de Pulpo con una crema de aceitunas y aceite de Kalamata (Grecia), que subidón de sabor, que bueno madre mía, no lo puedo negar, #tomapanymoja.
Volveremos a vernos, y no es una amenaza.
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