Este es el caso del turismo, pero en España, la ciudad de Valencia se ha convertido en pionera, al ser la primera en el mundo que mide y certifica la huella de carbono producto de esta actividad.
Gracias a ello, sabemos que los turistas provocaron la emisión de 1.20 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera durante 2019.
Pero lo más importante, es que la información permite tomar las medidas necesarias para lograr que la ciudad de Valencia tenga un turismo sostenible, u que se logre descarbonizar completamente esta industria entre 2025 y 2030.
¿Cómo surge el estudio?
Valencia decidió tomar la iniciativa de transformar su turismo de acuerdo a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, y conocer cuales son las actividades más dañinas y donde se está trabajando bien es un paso indispensable para esto.Por ello, el Ayuntamiento, a través de la Fundación Visit Valencia, firmó un acuerdo con Global Omnium, empresa dedicada al agua potable.
Juntos recurrieron a la Agencia Española de Normalización y Certificación (AENOR), que fue la responsable de acreditar el impacto ecológico de los viajes en Valencia.
¿Qué revela el estudio?
Fuera de el dato duro de emisiones generadas, Valencia ahora conoce que actividades son las más contaminantes de todas las relacionadas con el turismo.Destacó el hecho de que la ciudad ha logrado una de las mejores eficiencias hídricas de Europa, evitando el desperdicio de este vital líquido.
Apenas el 0.01% de las emisiones provienen del uso de agua, y además el turismo consume, en esta ciudad, 15 veces menos agua de la que se usa en la producción de alimentos.
En cambio, el transporte a la ciudad es, con diferencia, el aspecto más dañino de los viajes, y en el caso de Valencia, representa el 81% de todas las emisiones.
Esta se reparte entre los turistas que se quedan más de una noche, los viajeros de un solo día y los cruceristas.
Dentro del resto de las actividades, el alojamiento resulta ser la peor parte de la industria, pues aquí se generaron 30,793.76 toneladas de CO2, mas que cualquier otro punto.
Le siguen, en orden descendente, el consumo de energía, el transporte y la recogida de residuos.
¿Qué sigue para Valencia?
Conocer la información de la huella de carbono del turismo es el primer paso para lograr la neutralidad de emisiones.Ahora se procederá a la segunda etapa donde se establecerán medidas para la reducción y compensación de las mismas.
Una vez que estas se conozcan, las etapas tres y cuatro implicarán un proceso participativo con los ciudadanos, y un plan de implementación anual de las medidas que se aprueben.
Finalmente, se creará un observatorio de turismo sostenible que hará seguimiento detallado de la estrategia y sus resultados, y se enmarcará en una red de órganos similares bajo cuidado de la ONU.
Valencia mejorará así la calidad de su turismo, la experiencia para los viajeros y podrá ser conocida mundialmente como un destino verde, destacándose de otros sitios en España y el mundo.
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