Esto, después de que en Canadá se completara el primer vuelo comercial 100% eléctrico de la historia.
La hazaña la logró un pequeño hidroavión de seis pasajeros que aterrizó en el río Fraser, cerca del Aeropuerto Internacional de Vancouver, después de sobrevolar la ciudad durante 15 minutos.
“Esto demuestra que la aviación completamente eléctrica puede funcionar”, presumió Roei Ganzarski, presidente de la firma de ingeniería australiana magniX, que diseñó el motor.
MagniX, trabajó junto a la aerolínea local Harbour Air, a la cual pertenece el avión, y que transporta medio millón de pasajeros cada año entre Vancouver y el resort de esquí de Whistler, así como entre islas y pueblos costeros de la región.
Para crear su avión eléctrico, las dos empresas diseñaron un nuevo motor de 750 caballos de fuerza, que adaptaron a un antiguo modelo de Havilland Canada DHC-2 Beaver, que tenía 62 años de antigüedad.
El vuelo pionero fue pilotado por Greg McDougall, quien también es fundador y presidente de Harbour Air.
“Para mi el vuelo fue exactamente igual que volar un Beaver”, dijo en declaraciones que recogió The Guardian, “pero era un Beaver con esteroides eléctricos e incluso tuve que disminuir la potencia”.
También declaró que su empresa busca electrificar toda su flota de aviones, lo cual tienen pensado lograr tan pronto como en 2022.
McDougall explicó que no solo ayudarán al medio ambiente al dejar de usar hidrocarburos, sino que ahorrarán millones de dólares en mantenimiento, siendo que los motores eléctricos no requieren tanta atención.
Sin embargo, antes de que este paso sea posible, la aerolínea tendrá que hacer muchas más pruebas para confirmar que es confiable y seguro, además de que necesita ser certificada por los órganos de seguridad aérea.
La innovación cuenta con el apoyo del ministerio de Transporte de Canadá, cuyo titular, Marc Garneau, estuvo atento a los resultados del vuelo y declaró que podía “marcar el inicio de una aviación amigable con el medio ambiente”.
La trascendencia histórica del vuelo fue recogida en un comunicado de prensa que citó de nuevo a Ganzarski.
“En diciembre de 1903, los hermanos Wright iniciaron una nueva era en el transporte, la era de la aviación, con el primer avión impulsado por motor. Hoy, 116 años después, con el primer vuelo comercial 100% eléctrico, hemos iniciado la era eléctrica de la aviación”.
“La industria del transporte, y específicamente el segmento de los aviones, que en gran medida permanecía estancada desde finales de los años 30, está lista para una disrupción masiva. Acabamos de probar que los viajes aéreos eléctricos de bajo costo, amigables con el ambiente pueden ser una realidad en el futuro cercano”.
¿Qué sigue para la aviación eléctrica?
El avance logrado por magniX y Harbour Air es muy importante, pero de momento se limita a aeronaves pequeñas y distancias cortas, como las que cubre esta empresa canadiense.Sin embargo, conforme muchas industrias superan a los hidrocarburos y se vuelven más limpias, la aviación representa cada vez un porcentaje más alto de contaminación al planeta, y por ello las investigaciones para lograr motores eléctricos continúa.
Air France y Easyjet son dos de las empresas que, a la vez que compensan sus emisiones contaminantes invirtiendo en proyectos ecológicos, investigan como avanzar en este campo.
El mayor reto es el de las baterías, que permitan llevar suficiente electricidad para vuelos largos, así como proveer la energía para levantar aviones con cientos de pasajeros de capacidad.
Futuro de Harbour Air y magniX
Las distancias que una aeronave eléctrica de Harbour Air pueden cubrir son relativamente pequeños, pero nada despreciables.Según su página web, sus aviones DHC-2 Beaver eléctricos hoy pueden cubrir una distancia de 160 kilómetros, suficiente para llegar a lugares como San Juan del Río, Iguala, Puebla y Tulancingo desde Ciudad de México.
Para 2030, tienen estimado que cubran distancias de 483 kilómetros con lo que alcanzarían Guadalajara, Oaxaca, Acapulco y Ciudad Victoria.
En Europa, sería suficiente para cubrir casi toda España y Portugal desde Madrid.
Con 40 aviones, Harbour Air presume de ser la compañía de hidroplanos más grande del mundo, así que el impacto de verlos volverse verdes será muy importante para el sector.
MagniX también trabaja en otro avión de 9 pasajeros y mucho mayor alcance, el Eviation Alice, que tiene pendiente iniciar operaciones.
El día de hoy, esa aeronave podría volar de Ciudad de México hasta Corpus Christi, Texas o gran parte de Guatemala.
Para 2030 calculan que podrán cubrir una distancia tal no solo como para cubrir todo México, sino para llevar pasajeros a cualquier lugar de Cuba, Jamaica, Centroamérica y gran parte de Estados Unidos incluyendo destinos como Chicago, Los Ángeles, Las Vegas y Orlando.
Este avión también podría cubrir todo el espacio aéreo europeo.
¿Crees que el futuro de la aviación sea eléctrico?