Catedral de Santiago de Compostela
Existiendo en su lugar una basílica (durante el reinado de Alfonso II de Asturias), en el año 899 se consagra una nueva basílica de manos de Alfonso III, debido al incremento del peregrinaje. Esta nueva basílica constaba con sillares de mejor calidad, tres naves, y un baptisterio. La basílica sería destruida y saqueada por el caudillo Almanzor en el año 997, quién además se llevaría las campanas a Córdoba a hombros de prisioneros cristianos, aunque volverían 200 años después a su lugar de origen. Sería S. Pedro de Mezonzo quien ordenaría su reconstrucción de manera inmediata. Esta catedral permaneció en pie hasta la llamada "Concordia de Entrealtares", la cuál permitió ceder los terrenos de la futura catedral.
Ante la imperante necesidad de satisfacer la demanda de peregrinación que comenzaba a congregarse en la basílica, el obispo Diego Peláez ideó construir una iglesia, un templo de dimensiones ajustadas a la grandiosidad y magnitud de la peregrinación que experimentaba el emplazamiento. Las obras se iniciaron en el año 1075, en un principio por los arquitectos Bernardo, Roberto y Esteban, aunque no serían los que las finalizarían. No sería hasta principios del siglo XIII cuando se concluirían las obras de la catedral románica , con la finalización del Pórtico de la Gloria (1168 - 1188) y la fachada occidental, consagrándose en el año 1211, casi un siglo y medio después y tras alguna pausa y varios cambios en la dirección de las obras. Como apunte, los restos de las dos primeras basílicas fueron descubiertos durante campañas arqueológicas durante los años 40 y 50.
Los arquitectos dispusieron una planta de cruz latina con tres naves, la central de 8 metros, y las dos laterales 4 metros. El transepto también constaba de tres naves, en la que la oriental contaba con dos pequeñas capillas en cada media sección.
La cabecera estaba rodeada por un deambulatorio, el cual coincidía con las naves laterales (es decir, las naves laterales se unían en la cabecera, formando el deambulatorio). En el centro de éste, se encuentra la capilla mayor. A lo largo del muro del deambulatorio, se abren cinco capillas radiales, siendo la central, la "Capilla del Salvador", la más destacable.
Planta de la Catedral de Santiago de Compostela (Reconstrucción)
La tribuna, sobre las naves laterales, servirá, además de como elemento estético, también para albergar y dar mejor circulación a los peregrinos que acudían a la catedral, siendo, lógicamente, de grandes proporciones. Casi la totalidad del templo es cubierta por bóveda de cañón, a excepción del deambulatorio, que debido a su estructura, se empleó la bóveda de aristas curvilínea.
Cabe destacar, y con ahínco, el pórtico de la Gloria, situado a la entrada de la iglesia, obra del Maestro Mateo, por encargo de Fernando II, rey de León. Con un tímpano decorado magistralmente, un espectacular parteluz y unas bellísimas jambas a los lados, se divide en tres grandes puertas, una por cada nave. En su día estuvo policromado, aunque ya poco queda del color de antaño. Además, bajo este, se encuentra una cripta, idea del propio maestro Mateo, que tenía la importante función de nivelar la estructura catedralicia ante el desnivel de la zona.
Exteriormente, se conoce que existían diez pórticos (tres de ellos principales), y nueve torres, gracias a los datos que se tienen a través del "Codex Calixtinus". De las portadas, hoy día sólo queda intacta la Portada de las Platerías.
Pórtico de la gloria
Interior del templo
Exterior de la catedral
Gran parte de la fachada y portadas han sido remodelados durante otros periodos, por lo que no se asocia con el periodo románico.
Quiero agradecer la inestimable colaboración del director de departamento de Educación y Acción cultural de la fundación "Catedral de Santiago", Dn. José Francisco Blanco Fandiño, quién me ha facilitado gran parte de los datos que se explican en la entrada.
Gracias por vuestra atención, un saludo.
Atte.