Podrá alguien en algún momento dejar de pensar en ellos?, al menos cuando se acerca la fecha... Puede alguien dejar de pensar en ellos?
Hagamos un cálculo rápido, 30.000 X 4 (una familia tipo) son 120.000. A esos 120.000 multipliquémoslos por sólo 2 amigos que cada uno tenga (pensando que no eran Roberto Carlos, claro está) ya son 240.000, los cuales ya formaron una familia tipo, dándonos un total de 960.000 afectados directos de la locura que fue todo ésto. A ellos sumémosle la enorme cantidad de gente que vivió con miedo, que fue torturada, mutilada, violada y recuperó su "libertad" (si es que se puede convivir con eso y seguir llamándole libertad). Sumemos también los hijos, padres, hermanos, amigos de esa gente... Multpliquémosla por la cantidad de años de dolor...
No es poco el número final, no? Es inmenso. Generaciones destruídas, la de mis abuelos, la de mis viejos, la mía (soy del año en que todo ésto empezó) y la de mi hermano, que nació con la democracia.
Mi generación degeneró en un montón de cosas. En hijos de padres que no son, en abortos causados por golpes, en expropiaciones, en infancias vividas en una mentira, en padres falsos, en padres que dieron y darían cualquier cosa por sus hijos, pero que la buena fe los llevó a criar al hijo de otro, un otro que no tenía nombre y que por suerte, algunos ya pudieron nombrar...
Una vez leí el Nunca Más, con todo el dolor del alma, no pudiendo terminar algunos relatos por la angustia que me causaban. La idea fue buscar a alguien que haya muerto o haya "desaparecido", para el imaginario de ciertos idiotas, un día 22 de enero, el día en que yo nací, y así, de alguna manera, rendirle homenaje, o llevar flores en su nombre a algún lado... no lo encontré, pero lo sigo buscando.
Admiro la búsqueda interminable de esas madres, padres, abuelas, abuelos e hijos que sin bandera política intentan día a día recuperar lo que fue suyo. O mejor dicho lo que no pudo ser...
Por una Argentina libre de opinión, por una Argentina libre de prejuicios, de miedos y ataduras, repito hoy aquellas palabras del Maestro:
Señores, Nunca Más.
Hoy soy Jim,
Pedro, Mariana, Felicidad, Augusto, Carlos Miguel, Emilio, José, Osvaldo, Hernán, Julio Cesar, Esther, María Guillermina, Roberto, Adriana Inés, Victor Hugo, Claudio, Nillo, Susana, Raúl, Juan, Daniel, Segundo, Raúl, Liliana, Ariel, Tomás, Rina, Rosa, Argentina, Avelino, María Angélica, María Cristina, Jorge Eduardo, José David, Guillermo, María Cristina, Paloma, Elba, Julio Antonio, Justo, Patricia Eugenia, Aurora, Armando, Rosa... (y miles más)