Se encuentra ubicado a 50 minutos de Barcelona y a 15 minutos de Vic, en el corazón de las montañas del Montseny.
La verdad es que es un complejo muy grande con un gran surtido de actividades para hacer durante la estancia: spa, campo de fútbol, pistas de tenis, polideportivo, parque infantil, golf y centro ecuestre. Además dispone de varias zonas de alojamiento: hotel y apartamentos. También está bien equipado para realizar bodas y banquetes, con varias terrazas y zonas destinadas para realizar la ceremonia.
Uno de los encantos del lugar es que puedes ir tanto a relajarte como a hacer actividades variadas, entre ellas destacan los paseos por la naturaleza, la vía ferrata de Centelles o rutas a caballo.
Ciertamente es un complejo hotelero con mucho potencial pero que por desgracia no nos acabaron de convencer algunos aspectos, los cuales de ser arreglados hubiera sido una estancia de lo más agradable, pues su ubicación es fantástica.
LA HABITACIÓN
La habitación que nos dieron era amplia, recubierta de madera, algo que la hace rural y acogedora. Dispone de un amplio armario para dejar la ropa y equipaje.
La cama es bastante cómoda a pesar de muelles, algo que me sorprendió, pues no suelo dormir bien en muelles. La almohada sin embargo sí que sería mejorable, pues para mi gusto es demasiado bajita... siempre me encuentro con este problema en la mayoría de alojamientos.
Uno de los puntos negativos es la sonoridad por la noche, pues se oye cada vez que alguien camina por el pasillo, los vecinos de al lado y de arriba. Lo que dificulta mucho el sueño, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta en un hotel. La calefacción también hace un ruido un tanto molesto, entre una cosa y otra no podemos decir que tuviéramos una estancia muy agradable. Una pena, porque como digo, mejorando esto las instalaciones tienen mucho potencial.
Nuestra habitación no tenía balcón, pero existen algunas que lo tienen y además con vistas mucho mejores que la nuestra. Nosotros veíamos la zona de aparcamiento, aunque de fondo podíamos intuir las montañas, algo que se agradece, por supuesto.
EL BAÑO
El baño está bien, aunque también tuvimos la mala pata de que nada más llegar nos lo encontramos estropeado y tuvo que venir un técnico a arreglarlo, por lo que tuvimos que esperar más media hora. Nos ofrecieron un cambio de habitación, pero sólo con camas separadas, algo que no nos interesaba.
Algo que agradecimos son las muestras de baño que ponen a disposición del cliente. Siempre vienen bien.
DETALLE BIENVENIDA
Es importante cuidar al cliente de un alojamiento con este tipo de pequeños detalles. En esta ocasión los bombones que nos trajeron a media tarde fue algo agradable y de agradecer.
SPA
Para acceder al spa nos ofrecieron albornoces, aunque tienes que pasar a buscarlos a recepción, no los tienes en la habitación, algo que sería mucho más cómodo, la verdad.
El spa consta de varias piscinas de agua caliente. Una de ellas con algunos chorros y camas de bubujas.
Tiene otra piscina poco profunda, que apenas cubre, pero que está más caliente, lo que te aporta un gran relax... aunque se aglomera mucha gente, que por cierto, no siempre guarda silencio, algo que es muy molesto si quieres relajarte. También dispone de duchas y una zona de relax con hamacas.
BUFFET / RESTAURACIÓN
Existe la posibilidad de cenar en restaurante tipo buffet, pero lo encontramos un tanto caro, por lo que optamos por cenar en el bar que tienen. Yo me pedí un bocadillo de tortilla que estaba bastante rico y bien presentado.
Por la mañana sí disfrutamos del desayuno buffet, completo y variado para empezar bien el día con energía.
OCIO
Otro aspecto que se agradece son las máquinas de futbolín y billar, pues siempre encuentras un momento agradable para echar una partida y pasar un rato divertido con tu pareja.
Sin duda, como digo uno de los encantos que mejor tiene es su entorno, la vista a las montañas que puedes disfrutar desde algunas zonas del hotel.