Esto ocurrió en la ruta entre Madrid y Punta Cana el pasado 6 de marzo.
La empresa busca que en el futuro próximo, todos sus vuelos utilicen combustible ecológico de bajas emisiones, el cual se elabora a partir de biomasa en lugar de hidrocarburos.
Esto permite que su elaboración genere mucho menos emisiones contaminantes, y que su proceso de combustión deje también menos emisiones.
Además, al producirse con desechos vegetales, se considera una forma de reciclable al dar una segunda vida a estos materiales y evitar que contaminen durante su descomposición.
El biocombustible utilizado por Evelop fue elaborado por Repsol, que utiliza camelina, jatrofa y algas para elaborar el producto.
Repsol ha estado trabajando en biocombustibles para aviones desde 2012, cuando ya algunos vuelos de Iberia usaron mezclas de biocombustibles y queroseno tradicional.
Para Evelop el vuelo es importante, y se suma a los compromisos ambientales que la empresa adquirió al sumarse al pacto United Nations Global Compact.
Se trata de una iniciativa que suma 12,765 empresas en 160 países para promover la sostenibilidad.
Además del cambio a biocombustibles, Evelop está realizando cambios como reducir el peso de las aeronaves en el despegue para evitar el gasto inútil de combustible, y la digitalización de sus revistas para evitar el gasto de papel.
Evelop no es la primera empresa que ha cambiado al uso de biocombustibles, y entre las pioneras en este cambio se encuentran Lufthansa, British, United, Azul y KLM.
Aunque actualmente se desarrollan alternativas para limpiar los vuelos de contaminantes, tales como lo son los aviones eléctricos y los de hidrógeno, el biocombustible es el cambio más importante que se puede dar a corto plazo, pues ya está disponible y no exige transformar los aviones con los que ya contamos.
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