Esto ocurrió el 1 de diciembre en una ruta entre Chicago y Washington DC con 100 pasajeros a bordo de un 737 MAX 8.
El vuelo utilizó un combustible llamado Combustible Sostenible de Aviación (SAF por sus siglas en inglés), que de acuerdo a la propia United Airlines contamina 80% menos a lo largo de todo su ciclo de vida que el combustible tradicional.
Esto se debe a que no está hecho directamente con hidrocarburos, sino que se produce con desechos orgánicos de productos como maíz o semillas de girasol y con aceite de cocina.
Otra de sus ventajas es que su uso puede traer consigo una importante reducción de las emisiones contaminantes de los vuelos sin la necesidad de cambiar el cómo funciona el avión.
Así, el combustible ecológico permite una reducción a corto plazo, en lo que los aviones eléctricos y de hidrógeno que serán mas limpios aún tienen tiempo de desarrollarse.
United no es la primera aerolínea del mundo que hace uso de biocombustibles en sus vuelos, pues Evelop, que busca usarlos en todas sus operaciones, ya completó un vuelo de este tipo entre Madrid y Punta Cana.
Sin embargo, la aerolínea estadounidense si es la primera que lo hace en un vuelo dentro de los Estados Unidos, uno de los países con más operaciones aéreas, y por ende de los que más contaminan debido al tráfico aéreo.
La razón por la que el combustible sostenible no se ha generalizado en dicho país, es que las leyes limitan el uso que se le puede dar a un máximo de 50% del que requieren los vuelos.
Parte de la idea del vuelo de United es cambiar esta legislación, al demostrar que es posible operar vuelos con estos combustibles sin sacrificar seguridad ni eficiencia.
United compró su SAF a la empresa World Energy y también ha impulsado el programa Eco-Skies, con el cual se ha unido a empresas como Nike o Siemens para comprar más SAF y utilizarlo en vuelos.
Cabe mencionar, sin embargo, que el SAF puede ser parte de la solución, pero también enfrenta retos que si no se resuelven pueden convertirlo en algo más dañino para el planeta que el combustible convencional.
Aunque el combustible en si es más ecológico, su producción no necesariamente lo es, por lo que se necesitan leyes y políticas que vigilen los métodos de producción del biofuel.
Por ejemplo, para cubrir la demanda de que todos los aviones lo utilicen, se puede requerir deforestación para tener espacio suficiente para producir la biomasa necesaria.
Por ello tanto Estados Unidos como otros países tienen que avanzar legislación en este aspecto.
También hay empresas que producen “combustible ecológico” utilizando carbón y gas natural, lo cual pone en duda su sustentabilidad pues obliga a seguir produciendo hidrocarburos.
El Departamento de Energía Renovable y Eficiencia Energética de los Estados Unidos asegura que el país tiene la capacidad de recolectar de manera sustentable mil millones de toneladas de biomasa cada año.
Esto permitiría producir de 50 a 60 millardos de galones de combustible ecológico, que de acuerdo al organismo cubriría todas las necesidades de la industria aérea del país.
Joe Biden firmó un compromiso para que la aviación de Estados Unidos sea neutra en carbono para 2050.
United, por su parte, también ha invertido en la compra de aviones eléctricos, que en principio solo pueden usar para rutas cortas.
Otras aerolínea estadounidense Ravn de Alaska, es parte de una alianza más ambiciosa aún que invierte en el desarrollo de aviones de hidrógeno.
La sustentabilidad de la aviación, uno de los principales retos para lograr que el turismo sea realmente sostenible, también ha sido atendida por empresas como Google, que permite a los viajeros conocer las emisiones de cada vuelo para que elijan viajar por la ruta de menor impacto ambiental.
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