Conocí este pintoresco pueblo en el 2011, cuando pasé la Semana Santa con unos amigos en Asturias. Visitamos diferentes pueblos como Lastres del que ya os hablé en este post o Cudillero del que os hablaré ahora.
Nos lo recomendó Luciano,mi profesor de Cata de Vino, que es de allí y no se equivocaba, nos encantó.
Dejamos los coches en el aparcamiento que hay en el puerto.
Hay que dar un pequeño paseo recorriendo todo el puerto hasta llegar a un puente en el que ya se vislumbran algunos matices de color.
Las humildes casas de colores que se esconden del mar desde la tierra te arropan cuando llegas dejándote sin palabra mientras admiras tanta belleza.
Cudillero es muy diferente al resto de pueblecitos marineros, hasta tiene su propia y personal lengua: el pixueto.
Cada año se narra en esta lengua y con un toque de ironía lo ocurrido a lo largo del año en el Pregón de LAmuravela, coincidiendo con el Festival de San Pedro que se celebra el 29 de junio.
Lo primero que hicimos fue dar una paseo para conocer el pueblo.
Pasamos por el ayuntamiento.
Terminamos nuestra visita de vuelta al anfiteatro tan fotografiado por todos.
Nos nos podíamos ir sin visitar el faro que fue inaugurado en 1858. Antes de su creación, las mujeres de los pescadores encendían hogueras para indicar la ubicación a los marineros que volvían de pescar.
Las vistas desde el faro son espectaculares, pero no subimos todos, las chicas se quedaron con el pequeño Marcos mientras que yo subí con los chicos y con mis cámaras.
Cudillero te muestra que cuando la vida depende del mar hay que ganarle terreno a las montañas que te rodean.
Os detallo cámaras y carretes utilizados:
Cámara: Horizon Kompakt
Película: Fuji Tmax 400 35mm
Cámara:Lomo LC-A+
Película: Fuji Tmax 400 35mm
Cámara: Diana Mini White
Película: Fuji Tmax 400 35mm
Espero que os haya gustado este corto pero intenso viaje a un lugar mágico en el que las montañas, el mar, el viento, la lluvia, el sol, los colores hacen que te cueste alejarte de él.