Esta inhóspita temperatura bate el récord de lugar inhabitado más frío de la Tierra que hasta el momento ostentaba la estación de investigación rusa Vostok en la Antártida oriental con - 89.2 grados registrados en 1983.
Frío extremo
Un termómetro de mercurio rdinario no serviría para medir estas bajas temperaturas, por eso, para determinar estos mínimos los científicos analizan la radiación térmica emitida por la superficie terrestre, patente incluso en las zonas más frías.
El equipo de investigación que detectó esta graduación extremadamente baja lo hizo mediante el sensor infrarrojo térmico (TIRS) a bordo del satélite Landsat 8, que permitió cuantificar una temperatura exacta de ?93 grados Celsius y situarlo en un tramo de casi 1.000 kilómetros a través de las cordilleras antárticas más elevadas.
Los científicos observaron que los momentos más fríos en la Antártida ocurren durante los meses de invierno en lugares elevados, donde el aire extremadamente claro y seco permite que el calor sea irradiado al espacio muy eficientemente. No están justo en los bordes de esas cimas, sino un poco más atrás y pendiente abajo.
Los bolsones fríos se ubican en una línea que recorre cientos de kilómetros entre la meseta conocida como Domo Argus y la de Domo Fuji. En todos ellos se alcanzan las mismas temperaturas tan bajas de entre -92C y -94C.
Según estos científicos las bolsas de aire frío se habrían generado a causa del calor irradiado por el suelo durante varios días en los que el cielo se mantuvo despejado.
Los responsables del estudio creen que este es sólo un número preliminar, ya que es probable, dicen, que cuando refinen la información obtenida por varios sensores térmicos espaciales deban agregar algún otro grado bajo cero.
Este nuevo mínimo es 50 grados más frío que temperaturas en Alaska o Siberia, y alrededor de 30 grados más frío que las temperaturas más bajas de Groenlandia.
El frío de los polos
En el Polo Sur hace más frío que en el norte. Está situado a 3.200 metros de altitud en mitad de la masa continental de la Antártida, permanentemente cubierta por una capa de hielo de 3 kilómetros de espesor y barrida por vientos que superan los 150 km/h. De hecho, hasta ahora, la temperatura más baja de la Tierra (-90º C) se había registrado en la estación antártica rusa de Vostok.
En cambio, el polo norte está al nivel del mar, sobre la banquisa, un bloque de hielo de entre 1 y 5 metros de espesor que flota en medio del océano Ártico, el cual actúa como una reserva de calor. Allí la mínima registrada es de -48º C.
En el Polo Norte el mercurio suele marcar de -31ºC a 0ºC en invierno, pero hay lugares más gélidos en Siberia. Se trata de Verkhoyansk, con una población de 1500 habitantes, donde la temperatura ha llegado a descender -69,8ºC. Y de Oymyakon, que cuenta aproximadamente con 800 habitantes, donde la temperatura más baja registrada hasta la fecha se ha situado por debajo de -70ºC.
Calor tórrido
En contraposición, como dato comparativo, el sensor Térmico Infrarrojo también detectó el punto más caluroso de la Tierra. Fue registrado en el desierto salado de Lut en el sudeste de Irán, donde se llegó a los 70,7 celsius en 2005.
Pero el lugar donde se ha medido la arena más caliente ha sido en Turpán, China. Allí llegaron a los 82 ºC. El clima de esta depresión, situada a 154 metros bajo el nivel del mar, es peculiar. En verano la temperatura atmosférica alcanza los 47 ºC; a veces no llueve en 10 meses y durante todo el año sólo existen entre uno y tres días nublados, por lo que la radiación solar es constante. Esto último es imprescindible para que la arena esté muy caliente y no haya oportunidad de que se enfríe.
Las altas temperaturas de Turpán favorecen los cultivos de frutas dulces, como las uvas, por eso, las de Turpán son conocidas dentro y fuera el país, y su volumen de exportación llega a las mil toneladas al año.
La ciudad de Turpán (o Turfán) está ubicada en una cuenca montañosa. El clima en la ciudad es extremo, con veranos muy calurosos y secos que temperaturas que pueden alcanzar los 47 °C.
Y aunque no se haya medido el calor de la arena en otros puntos, sí se conoce que la mayor temperatura conocida se dio en septiembre de 1922 en Al"Aziziyah (Libia), con 58º C, y en el Valle de la Muerte (EE UU), donde alcanzaron los 56,7 ºC en 1933. Se supone que con estas temperaturas, la arena podía llegar a quemar tanto como la de Turpán.