Un poco de historia
Las primeras prácticas relacionadas con el comercio electrónico se pueden rastrear hasta inicios de la década del setenta, momento en el que aparecen aplicaciones que permitían por primera vez la transferencia de fondos monetarios. Esta revolución no se consolidaría sino hasta un par de décadas después, cuando se estandarizan los procesos relacionados con el intercambio de bienes y servicios a través de los medios electrónicos.
A mediados de la década de los ochenta, la televisión genera un boom publicitario que cambia para siempre la forma como se venden los productos. Estos son mostrados con un mayor realismo, de forma más directa, y mostrando todas sus características a los posibles consumidores. Empiezan a aparecer los infomerciales, a través de los cuales se ofrecen los productos y aquellos clientes interesados los compran por teléfono y pagan a través de sus tarjetas de crédito. Este se puede considerar un antecedente inmediato del e-commerce tal y como lo conocemos hoy.
El e commerce: definiciones importantes
El e commerce (a veces conocido como eCommerce o e-commerce) es el término con el que se conoce al comercio o los negocios electrónicos, en los que se intercambia dinero por bienes y servicios. La mayoría del comercio electrónico es parecido al comercio convencional, en el que se da un intercambio entre personas y empresas por artículos y dinero.
Debido a la enorme difusión de los medios electrónicos, hoy en día son muchos los productos y servicios que pueden ser comprados o contratados vía web. Miles de usuarios diariamente optan por la facilidad que les brinda el solo hacer un par de clicks para que sus compras, sin importar cuáles sean, se concreten.
Según cifras de la CACE (Cámara Argentina de Comercio Electrónico), un 58 % de los usuarios de internet en el país son compradores habituales a través del comercio electrónico. La tendencia es al alza, si tenemos en consideración que en 2014 este porcentaje era del 37 % y del 52 % en 2015.
La importancia del big data
Big data es un concepto que se usa para referirse al manejo de la cada vez creciente cantidad de información que se genera con cada cosa que hagamos en la web. Cada correo, cada contenido publicado en redes sociales, cada interacción que hacemos en el red, por más pequeña que sea, genera datos acerca de nosotros y nuestras preferencias, que son indudablemente útiles a la hora de establecer estrategias de mercadeo y publicidad.
El manejo de estas grandes cantidades de datos es crucial para que los operadores de e-commerce puedan llegar de forma más efectiva y personalizada a sus clientes, a través de ofertas específicas, dirigidas a los gustos específicos que cada persona ha manifestado en cada una de sus actividades e interacciones en la red.
Existen muchas herramientas que permiten a los empresarios interesados el procesar la información resultante del big data. La mayoría de ellas son capaces de tratar con tres tipos de datos: los datos estructurados, aquellos que tienen bien definidos su longitud y formato y se almacenan en tablas, como las bases de datos relacionales y las hojas de cálculo; los datos no estructurados, los cuales son almacenados tal y como son recolectados y no poseen formato; y los semiestructurados, que se limitan a campos determinados, pero que pueden poseer metadatos.
Ventajas del comercio electrónico
Tanto para las empresas como para los usuarios, el e commerce ofrece una cantidad enorme de ventajas por encima del comercio tradicional. En lo que respecta a las empresas, estas virtudes tienen que ver con las mejoras en la distribución y el contacto con los proveedores; agiliza las comunicaciones comerciales y publicitarias, permitiendo una captación y retención más efectiva de potenciales consumidores; por otro lado, es notable la forma como los medios electrónicos reducen el margen de error, tiempo y costos, así como facilitar la creación de mercados y segmentos nuevos.
Por otro lado, para los usuarios el lado positivo del e commerce resulta más que evidente: facilita la búsqueda de más y mejores productos adaptados a sus necesidades; les permite llevar adelante una negociación más cercana y directa con los vendedores; y, por supuesto, el uso de los medios electrónicos para la adquisición de bienes y servicios redunda en una mayor comodidad para el consumidor, que ahorra tiempo y dinero en la búsqueda de aquello que necesita o desea.
Como vemos, el e commerce es un sector que plantea grandes oportunidades y desafíos. Oportunidades para que, como consumidores, podamos tener acceso a ofertas de productos y servicios cada vez más inmediatas y adaptadas a nuestras necesidades; y para los operadores, el desafío de ofrecer el mejor servicio aprovechando las cada vez más avanzadas herramientas que les brinda la tecnología.