Los griegos son conocidos por su amor a la cultura y al arte. Su legado ha influenciado la historia del arte de tal forma que todas las obras, pictóricas, escultóricas o arquitectónicas, que se les atribuyen son consideradas como clásicas.
En la pintura y en la escultura, las representaciones artísticas del cuerpo humano requieren un conocimiento amplio de anatomía y proporciones.
Si las poses corporales logradas son correctas, se ven bien y escenifican los propósitos del artista, logrando un resultado más vivo, intenso y expresivo.
Entre las posiciones más utilizadas (en especial durante el Renacimiento) se encuentra el contrapposto. Un recurso que se ha usado a lo largo de los años para transmitir la serenidad momentánea o calma de los personajes. En esta entrada descubriremos en qué consiste y cómo se representa.
¿Qué es el contrapposto?
La palabra contrapposto es un término italiano que significa contrapeso, y resume muy bien de qué trata esta pose corporal.
Se trata de una posición asimétrica y natural de pie, en la que la mayor parte del peso total de una persona se sostiene sobre una sola pierna mientras que la otra, ya sea delante o detrás, mantiene el balance del cuerpo, aunque parezca estar en un estado de reposo.
A lo largo de la historia esta pose ha logrado cautivar, porque es una mezcla perfecta entre la relajación del cuerpo y el dinamismo del movimiento corporal, marcando gran diferencia cuando la mayoría de las obras presentaban poses que carecían de movimiento y se veían sin vida.
El período de tiempo del que datan las primeras obras que ejecutaron el contrapposto de la manera correcta, logrando transmitir naturalidad, se ubica cerca de 400 años A.C. en la Antigua Grecia.
¿Cómo se representa?
Un elemento que favorece a la idea del contrapposto es que tanto el eje de los hombros como el eje de la cadera sean independientes; de esta forma se da la ilusión de que la obra se capturó en un momento dinámico del movimiento.
Otro elemento que ayuda notablemente es que las articulaciones estén en posiciones diferentes.
Como dato curioso, las primeras obras que quisieron representar el contrapposto, 500 años A.C., terminaron transmitiendo rigidez porque el peso se distribuía de forma equitativa entre ambas piernas, los ejes de los hombros y caderas eran paralelos y las articulaciones eran iguales. Los personajes estaban en posiciones casi simétricas.
Hay muchísimas obras en la historia de gran importancia que tienen personajes en contrapposto, y quizás la más conocida es el David de Michelangelo.
Esta escultura se la encargaron al famoso escultor, pintor y arquitecto, y se trata de la representación de David en los momentos anteriores o posteriores a su batalla con Goliat.
La pose es serena, pensativa e intrigante; denota un David que está planeando su ataque. Pero la pose también es satisfactoria y calmada, y en ella también puede estar apreciando lo que acaba de hacer.