En la década de los años 80 y 90, el cine de autor tuvo un gran auge. Gracias a las vertientes orientales, cada vez era más gente la que prefería consumir un cine no tan comercial. Y gran parte de las críticas fueron dirigidas hacia Hollywood, la madre del cine occidental. La gran mayoría de los amantes del cine tuvieron un gran rechazo hacia Hollywood porque estaba en oposición a todo lo que cimentaba el cine de autor.
Nuestro querido protagonista Steven Spielberg no se libró de las críticas ya que se decía que su cine estaba dirigido a niños y adolescentes y únicamente buscaba el éxito comercial, el beneficio propio. Y es que con obras como la anteriormente analizada Back to the Future y Jurassic Park nadie les podía quitar la razón. Pero fue entonces cuando apareció la película que lo cambiaría todo, tanto el rumbo del cine de Hollywood como el pensamiento de las masas enfurecidas con el rumbo que estaba tomando la industria; La lista de Schindler.
La lista de Schindler y la década de los 90
Década de los 90, grandes años para la tecnología, cultura y música. Con la caída del muro de Berlín y el derrumbamiento de la Unión Soviética, comenzó una época con grandes esperanzas para la humanidad así como también para el desarrollo de la cultura general. Ya había pasado casi medio siglo desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Con las heridas cada vez más cicatrizadas pero no olvidadas, empezaron a salir videojuegos, canciones y películas que abordaban el tema de esta catástrofe. Y fue en el año 1993 cuando se estrenó La lista de Schindler.
Podríamos estar hablando horas y horas sobre la gran obra maestra que es esta película y la grandeza de su fotografía. Pero en lugar de eso nos centraremos en un aspecto clave. Fijaremos nuestro objetivo en como La lista de Schindler y todas las películas de Spielberg conecta con el espectador creando en él una profunda impresión.
La lista de Schindler, la censura y la des-evolución de la sociedad
La lista de Schindler se atrevió a mostrar algo que nadie nunca antes en Hollywood se había atrevido a mostrar; la crudeza de la Segunda Guerra Mundial. Ya sea bien él videojuegos como Wolfenstein o en diversos cómics, este tema se a tratado de censurar y lo triste es que aún en la actualidad sigue pasando. Y es triste pensar en la gran cantidad de censura que tenemos en la actualidad. Pero Spielberg tuvo la valentía de hacer un cine diferente en la época de los 90 aunque para él no era necesario. Venía de grandes obras y ya por aquella época era uno de los directores más influyentes de la industria del cine. Sin embargo, La lista de Schindler es toda una declaración de intenciones.
La lista de Schindler es una historia dura, cruel y desgarradora. Muestra sin tapujos imágenes crudas y que nos revuelven el estómago. En algunas ocasiones Spielberg nos logra transportar a esa negra etapa de la humanidad y nos pone en la piel de los judíos del film. Peros si tuviese que quedarme con alguna escena en particular, sería la escena de las duchas. Con la incertidumbre de no saber si estas en unas duchas de verdad o si por el contrario te van a quemar en la cámara de gas. Con el desconcierto de la situación y con la desorientación que causa esa escena en el espectador. Como esas hay muchas más las cuales una vez vista la película se te quedan grabadas a fuego en la mente, llegando a provocarte un nudo en la garganta.
Pero, ¿cómo La lista de Schindler conecta con el espectador? Por intermedio de dos recursos; la fotografía y la música.
La lista de Schindler y el uso de los recursos
A mitad de la película un gran grupo de Judíos llegan a un campo de concentración donde hay un general apostado en una casa elevada. Esté se encarga de vigilar y disparar a los prisioneros que estén parados y no trabajando. La crudeza de esta escena reside en la des-humanización que tiene este sujeto. Cómo dispara sin pensarlo, llegando a matar por placer en algunas escenas posteriores del film. Pero de entre todas las escenas de esa parte del film, hay una que se lleva la palma y combina la fotografía y la música estallando al unísono en una bola de emociones.
Esa escena es la selección que hacen a los judíos mediante un examen médico para hacerles hueco a los nuevos que llegan procedentes de un nuevo cargamento. A lo largo del transcurso de la misma, la música y lo que estamos viendo en pantalla es algo totalmente contrastado. Por una parte la imagen nos muestra temor, miedo y dureza. Pero por otra la música que suena en el campo de concentración es, calmada sosegada y relajante. Esta escena logra distinguir los dos puntos de vista que estamos viendo en pantalla. El punto de vista de los Judíos los cuales saben que pueden ser enviados a morir, y la de los Nazis que ven esto como un procedimiento más, como una simple rutina, algo vago, normal. En esta escena la pantalla se transforma en una ventana paralela al campo de concentración.
¿Cómo influyó La lista de Schindler en el cine?
Con la lista de Schindler, Steven Spielberg demostró que sabe hacer otro tipo de cine. Demostró que es capaz de salir de su barrera de confort y traernos un cine más adulto. La lista de Schindler como mencionamos al principio de este post, dio un soplo de aire fresco a la industria de Hollywood. Y es que esta película es una obra maestra.
Algo devastador y que me hace pensar, es que lo que vemos en la lista de Schindler no es ficción, si no que ocurrió de verdad. Es sin duda alguna una época muy turbia de la raza humana. Una época cruel e inhumana. La lista de Schindler me ha marcado y os invito a verla si no lo habéis visto aún. Sin más palabras que agregar, aquí termina El cine a través de La lista de Schindler…