Tramo del Camino de Santiago Primitivo
Sí, es año santo jacobeo y miles de peregrinos se aprestan a repoblar las sendas del Camino de Santiago tras la promesa de las indulgencias plenarias por gracia del Apóstol.
Bueno Quizá estoy cayendo un pelín en el romanticismo, y la bula papal no sea precisamente el leitmotiv para los mochileros venidos de todos los rincones del mundo conocido.
Aunque me gusta pensar que los actuales peregrinos arrinconan sus bajos instintos para entrar en un viaje donde se avivan sus contrarios.
Me considero una persona razonadamente social, pero este tipo de eventos multitudinarios tan poco enraizados con mi personal visión del Camino no me resultan especialmente llamativos.
Si bien reconozco el fervor que despierta en muchos peregrinos la congregación de esa ingente masa de personajes variopintos, rellenando los cien últimos kilómetros antes de arribar a la celebrada Plaza del Obradoiro.
Créeme, como en Hollywood “todo es posible” sobre esa inmensa torre de Babel en horizontal, o apelando al símil que tanto me gusta sobre el ciclismo de grandes vueltas: esa serpiente multicolor que parte de Sarria y se estira hasta el abrazo al Apóstol en Compostela.
Sobre los tejados de la ciudad de Santiago de Compostela
A vista de pájaro todo esto pudiera parecer un viaje mágico junto al espantapájaros de Dorothy en pos del Mago de Oz, pero si desciendes y te diluyes en la corriente, quizá el año jacobeo te empuje más que te anime a disfrutar de tu camino interior.
Las rutas europeas del Camino
Por tanto, siendo consecuente con mi forma de viajar por las rutas europeas reconocidas como Camino de Santiago, me apresto esta Semana Santa a recorrer la región del Lazio en Italia, tras las huellas de aquellos peregrinos que dieron nombre a lo que hoy se conoce como Vía Francígena.Paso del Gran San Bernardo sobre la Vía Francesa en los Alpes
Caminando desde Acquapendente hasta las catacumbas donde se ubica la tumba del apóstol Pedro, bajo la inmensa cúpula diseñada por Miguel Ángel, piedra angular de la catedral de San Pedro del Vaticano.
¿A que suena un tanto épico? Aunque estemos en pleno siglo XXI y los gladiadores no son ya ni sus propios ecos metálicos resonando en el Coliseo.
Éste es por tanto mi próximo viaje, aunque no ha sido el primero más allá de Saint Jean Pied de Port en plenos Pirineos.
La red de caminos a lo largo y ancho de Europa es muy extensa, y delata a la perfección el espíritu peregrino que estructuró el viejo continente desde la Edad Media.
Sólo la visualización de la siguiente imagen te puede dar una ligera idea de la magnitud del fenómeno jacobeo.
Posibles trazados de todas las rutas europeas jacobeas según Jakobswege
Mis rutas europeas
Mi pequeña aportación para poner una chispa de luz sobre esta intrincada red de rutas jacobeas se reduce a 5 viajes y a 4 países de Europa distintos, porque es mi intención escribir sólo acerca de lo que la suela de mis botas ha conocido.1. Una peregrinación por Suiza desde Ginebra hasta el Valle de Aosta en Italia, cruzando los Alpes por el mismo paso que lo hicieron las tropas de Napoleón Bonaparte.
2. Dos viajes por la Vía Francígena desde Lucca hasta Siena, para meses después volver y completar andando toda la Toscana Italiana hasta la primera población del Lazio: Acquapendente, nuestra próxima aventura peregrina esta Semana Santa.
3. Viaje a la Bretaña francesa en busca de los lugares espejo de la Galicia española, el fin de las tierras conocidas y la peregrinación desde el Mont Saint-Michel.
Marea baja bajo el Mont-Saint Michel en la Bretaña francesa
4. La breve historia de un viaje sobre el Camino de Santiago en Dinamarca, que paso a detallar a continuación como ejemplo de una de las rutas de peregrinación europeas más importantes antes de la reforma luterana.
El Camino en Dinamarca
Aterrizamos en Copenhague con la intención de visitar también cada una de las islas mayores que conforman el estado danés, algunas las cruzamos andando, otras en tren y entre ellas una sola vez tomamos un barco.Pero antes de nada, conozcamos algo de su tradición jacobea.
Faro sobre la costa de Skagen
El Camino de Santiago principal para los daneses es el conocido popularmente como el Camino de la Tropa o del Gentío.
Esta senda ya conocida por los vikingos, atraviesa la península de Jutlandia desde el extremo norte hasta una muralla llamada Dannevirke ubicada entre Flesburg y Kiel en la actual Alemania.
Muchos tramos de este trazado ya eran utilizados desde la edad de bronce, con lo cual no es difícil de aventurar, como ocurre en la Península Ibérica, que los caminos hacia Santiago ya poseían sus propios ritos, mitos y leyendas con anterioridad al descubrimiento de la tumba del Apóstol.
Tramo del Camino de Santiago en la isla de Fyn
Muy breve historia del Camino en Dinamarca
Este camino ha sido conocido a través de múltiples denominaciones, las citadas anteriormente y por ejemplo también camino real o camino romano.No están muy apartadas de los nombres hispánicos, y es que a la hora de peregrinar, nuestros antiguos viajeros del norte tampoco se complicaban la vida inventando trazados artificiales, cuando desde los romanos, hasta los sajones pasando por los vikingos, esas sendas ya estaban bien aseadas y señalizadas.
Calle empedrada del pequeño puerto de Ærøskøbing en la isla de Ærø
Afortunadamente el Camino de Santiago danés, aún conserva casi la totalidad de su recorrido histórico gracias al trabajo de las administraciones danesas, lo cual no deja de ser una buena noticia para los amantes del Camino más allá de las rutas españolas.
Sin la profusión y dimensión del arte jacobeo del Camino Francés por ejemplo, en Dinamarca también se pasa por un gran número de monumentos, puentes, templos, piedras rúnicas y poblaciones que te trasladan perfectamente a los primeros peregrinos de la Edad Media.
Plano de Dinamarca Jacobea de Vicente Almazán, editado por la Xunta de Galicia
Por último hay que tener en cuenta la gran tradición marinera atesorada durante muchos siglos por los daneses, con lo cual cabría pensar también que una de las vías más utilizadas por los pueblos escandinavos fue la marítima.
Se conoce por un manuscrito de mediados del siglo XI realizado por el obispo Adan de Bremen, que existía una vía marítima hacia Galicia desde la antigua población costera de Ribe en la península de Jutlandia.
Hacía escala en el estuario de Zwijn en Holanda, luego la navegación proseguía hacia el Reino Unido, continuaba por Saint- Mathieu en la Bretaña francesa y desde el Canal de la Mancha se navegaba hasta su última escala en el puerto de Coruña.
Desde allí ya sabemos, a pie, o a caballo los más privilegiados, a Compostela siguiendo el Camino Inglés.
Nuestra ruta en Dinamarca
Cualquier peregrino que haya leído algo sobre la geografía danesa sabrá que es muy llana, lo cual facilita el esfuerzo diario entre finales de etapa.También tiene el aliciente de la estrechez de las sendas de su Camino, lo cual ahuyenta a los vehículos de motor y atrae a las bicicletas como transporte principal, una pasión por las dos ruedas que se traslada a lo largo y ancho del territorio danés.
Costa occidental danesa cerca de la localidad de Løkken
Aún así, nosotros somos más de pie a tierra que de pedales, nos gusta viajar mucho más despacio, sintiendo el polvo del Camino bajo las suelas, y en Dinamarca no íbamos a renunciar a nuestra marca de la casa.
Tenemos un plan
Aún guardo el plan inicial que llevamos impreso al Camino danés; el tiempo siempre es limitado y queríamos recorrer Dinamarca de cabo a rabo con lo cual más nos valía ser organizados, o al menos estar a la altura de los daneses en este último aspecto que no es poco:Plan del Camino de Santiago danes en abril de 2019
Por poner un ejemplo del itinerario histórico documentado por el abad Bergsson procedente de Islandia, los peregrinos que viajaban hacia los centros de peregrinación cristianos como Compostela, tardaban nueve días desde su desembarco en el puerto de Aalborg, progresando ya por tierra firme hacia Viborg y después hasta Hedeby en el sur de Jutlandia.
Nuestro itinerario toca alguno de estos lugares históricos, aunque también hemos tenido en cuenta a los peregrinos que venían de Suecia o Noruega, con lo cual visitamos las islas de Sealand, después cruzamos el mar báltico en tren para pasar a la isla de Fyn hasta Odense para comenzar a caminar siguiendo el trazado de una senda señalizada como Camino de Santiago hasta el puerto de Faaborg.
Caminando por las calles de la ciudad de Odense
Embarcamos en dicho puerto para descubrir la acogedora isla de Ærø, que recorrimos andando entre sus dos puertos principales: Ærøskøbing y Søby.
Desde este último embarcadero navegamos hacia la península de Jutlandia desembarcando en Fynshaw. Aún nos esperaba una larga caminata hasta llegar al hostel de la ciudad de Sønderborg.
Península de Jutlandia
Desde prácticamente la frontera con Alemania, nos dispusimos a cruzar Jutlandia de sur a norte para después volver hacia el sur andando haciendo algún tramo del Camino de Santiago por la costa.Tan al norte quisimos llegar que acabamos en la aldea marinera de Skagen, y desde allí andando hasta la punta de Grenen, la más septentrional de la isla de Vendsyssel-Thy, allá donde se unen el mar Báltico con el mar del Norte.
Senda costera cerca de la punta de Grenen en Jutlandia
Hicimos noche en un hostel de Skagen para partir la mañana del 29 de abril hasta Løkken, primero en bus hasta la vertiente del mar del Norte, y después andando por los inmensos arenales que constituyen la costa Atlántica de Dinamarca.
Sin esperarlo en absoluto nos encontramos sobre uno de los imponentes acantilados que mueren en el arenal de la playa. En su cima el faro de Rubjerg Knude, casi enterrado por las arenas de su duna, se eleva ahora 90 metros sobre el nivel del mar.
Por cierto, fuimos de los últimos en verlo en su posición histórica, ya que en otoño de ese mismo año se iniciaron las obras para traladarlo 70 metros hacia el interior y salvarlo de su segura destrucción.
Ya estaba muy deteriorado cuando subimos hasta su bombilla en un auténtico acto de heroísmo peregrino.
Sobre la inmensa duna del faro de Rubjerg Knude
A partir de Løkken comenzamos un plácido regreso en tren hasta Copenhague haciendo escala en los cruces más importantes de caminos de la antigua ruta jacobea, como Aalborg, Vivorg, Aarhus y la bella población costera de Ebeltoft, donde disfrutamos además de unas fiestas locales.
Conclusión
Las rutas europeas del Camino de Santiago ofrecen un sin fin de aventuras viajeras para aquellos peregrinos que rehúyen el ruido del Camino Francés en un año jacobeo como en el que nos encontramos.No es ni de lejos el ambiente peregrino de las vías españolas o portuguesas, pero su riqueza paisajística, cultural y humana bien merece una visita, aunque sea de exploración como la que realizamos nosotros en Dinamarca.