Su muerte temprana terminó arruinando las expectativas de los soldados ingleses en la Guerra de los Cien Años contra los franceses, y terminó siendo la base para el conflicto que sería conocido mundialmente como la Guerra de las Rosas, y que dividió a las casas de York y Lancaster en una de las guerras civiles más sangrientas de Inglaterra.
Juan de Gaunt, hermano del fallecido Eduardo El príncipe negro, fue uno de los mayores partícipes de las intrigas que originaron la Guerra de las Rosas. Pero además tuvo tiempo de engendrar numerosos hijos, un total de 14. Una de sus hijas era Catalina de Lancaster, fruto de su segundo matrimonio, con Constanza de Castilla.
Catalina fue prometida con el infante de Castilla Enrique de Trastámara (que posteriormente sería conocido como Enrique III) y de esta forma se puso fin a la guerra que estaba devastando Castilla entre las familias Trastámara y los descendientes de Pedro I El cruel. Enrique se convirtió en Príncipe de Asturias y Catalina pasó a ser la primera de las Princesas de Asturias.
Enrique y Catalina tuvieron dos hijas y un hijo, Juan, quién sería coronado Juan II de Castilla a la muerte de su padre. Su hijo apenas tenías dos años cuando fue coronado rey, por lo tanto Catalina ejerció como regente hasta su mayoría de edad.
Juan II tuvo dos matrimonios. Primero con María de Aragón (con quién tuvo tres hijos, entre ellos Enrique IV de Castilla), y más tarde con Isabel de Portugal (con quién tuvo dos hijos, uno de ellos Isabel I de Castilla, a la quién le hemos trazado el árbol genealógico).
En una posterior entrada hablaremos acerca de algunas de las curiosas situaciones históricas que atravesaron Isabel y Enrique, así como la famosa cuestión de Juan la Beltraneja. Entendiendo las raíces que la emparentan con la dinastía Plantagenet, con su abuela Catalina de Lancaster, y con la historia de España y su desarrollo. A través de los posts analizaremos a diferentes personajes históricos, sus momentos más sobresalientes y sus aportes a entender la razón por la cual algunos de los momentos más importantes de la historia se llevaron delante de la forma en que lo hicieron.