Nueva York está lleno de pequeños detalles que la convierten en una ciudad única. Para mí, fue tan importante dar con ellos como observar los grandes monumentos.
No hay carteles de como los de Nueva York, donde se mezclan todo tipo de explicaciones junto a esos semáforos de cuatro caras.
Siempre soñé con salir a escondidas de mi habitación por una de estas escaleras de incendio.
Uno de mis detalles favoritos son los cubos de basura redondos y metálicos con tapadera de cualquier callejón de Nueva York donde se esconden los delincuentes, buscan comida los gatos, ruedan por el suelo en una pelea…
En las películas pasaba de todo bajo esos pasos elevados de Nueva York. Me quedé observando a ver si se producía una persecución o un intercambio de drogas, pero me quedé con las ganas…
¿Hay algo más icónico de Nueva York que un edificio de ladrillo con escaleras de incendios junto a un paso elevado para coches y trenes? Aquí se junta todo.
Ver salir humo de una alcantarilla es otra cosa que, para mí, sólo pasaba en el Nueva York de las películas. Me hubiera gustado verlo de noche, pero me sirvió para comprobar que pasa de verdad.
Esos grupos de amigos, normalmente conflictivos, que pasan el rato en el barrio sentados en las escaleras. Las encontré en esta calle de Nueva York, pero eché de menos los chicos.
Pensé que era un recurso de las pelis para que los afroamericanos de los playgrounds neoyorquinos humillasen a los blancos, pero no. ¡Juegan de verdad! Y hay canchas en medio de Manhattan.
Esto sí que me parecía parte del atrezzo de las películas. ¡No podían ser así de verdad! Y vaya si lo son.
Siempre me llamó la atención del metro de Nueva York. ¡Esas persecuciones entre columnas!
¿Quién no ha querido echar una moneda en uno de estos aparatos y llevarse el periódico?
Y ese carril junto al lago de Central Park donde alguien sale haciendo footing (ahora running) en el 90% de las películas. ¡Es real!
Había que pararse a observar el skyline del Upper East Side desde el lago de Central Park tras un paseo en bici. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez (en las pelis)?
De pequeño también soñé aparcar junto a uno de esos parquímetros de monedas de Nueva York (hasta que Gallardón lo convirtió en una pesadilla).
Un clásico. Mi idea es que serían más viejos y perderían los tapacubos al pasar por un bache, pero tienen wifi y se puede pagar con tarjeta. Aunque a mí sólo me importaba que fueran amarillos.
Eso era el futuro para mí (además de Blade Runner). Tenía que pararme en medio de Times Square y observar aquella explosión lumínica.
En las pelis suelen comprar un perrito caliente en un puesto callejero antes de pasear por Central Park. Yo también lo quería hacer y… ¡allí estaban!
¿Hay algo más peliculero que la pista de hielo en el Rockefeller Center? Un clásico de nuestras pelis navideñas.
Las de Nueva York no son unas limusinas cualquiera… Y menos sin doblan por la Quinta Avenida.
Harlem es un lugar que da mucho juego en las películas, y en la vida real también. Las partidas de cartas se juegan en vivo y en directo.
El béisbol, ese deporte que sólo existe en las películas americanas. Este estadio de un equipo filial de los New York Yankees en Staten Island es especialmente llamativo.
¿Pensabais que las casas donde un estudiante con una máscara atemoriza a una adolescente sólo están en los pueblos perdidos? ¡En Nueva York también las hay!
Es verdad que, en Nueva York, cualquier cosa es arte. ¡Y no sólo en las películas!
Cómo no, ¡tenía que ver rodar una película en Nuevas York! Washington Square es uno de los escenarios más recurrentes de la ciudad.
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