A la izquierda de la iglesia, por la entrada del viejo museo, está el Museo de Santa Maria Novella.
Decoración
La planta de la iglesia es de estilo gótico cisterciense, con una nave principal y dos naves laterales separadas por columnas que sostienen las bóvedas del techo.
El campanario se agregó en 1330 y originalmente era una torre para avistamiento de incendios. Toda la torre, incluida la espira, mide 69 metros.
La fachada gótico-renacentista original se inició en el 1300 y se reconstruyó entre 1456 y 1470 por Leon Battista Alberti, por encargo del comerciante florentino Giovanni Rucellai. Esta fachada, recubierta de mármol blanco y verde, es una de las joyas del Renacimiento florentino. En el frontón de la fachada está escrito el nombre del mecenas y el símbolo de la familia Rucellai, una vela.
La parte inferior de la fachada, del 1350, está decorada con emblemas y escudos de armas de las familias que fueron enterradas en la Basílica. De 1572 son los relieves de elementos astronómicos y de 1616 las escenas bíblicas y las que representan a Tomás de Aquino. El motivo que se ve en el tímpano también es un símbolo de Tomás de Aquino, santo dominico.
En las portadas de los laterales se pueden observar media docena de nichos que datan de 1470. Al igual que la decoración en mármol, son de estilo gótico. Giovanni Boccaccio usó uno de esos nichos para ambientar su relato del Decamerón. Estos nichos continúan por la pared externa de la iglesia del lado oriental y continúan alrededor del cementerio.
La iglesia fue remodelada varias veces en los siglos siguientes y, en 1566, por obra de Vasari, recuperó su aspecto gótico.
El interior
El interior, de cruz latina, está dividido en tres naves con arcos con decoraciones de mármol blanco y verde. La vidriera del rosetón en la fachada representa la "Coronación de la Virgen" (1365). En las naves y detrás de las capillas del transepto hay otras vidrieras de colores como la “Virgen con el Niño” o “San Juan y San Felipe” de Filippino Lippi (siglo XIV).
Una de las primeras obras que vemos al entrar a la basílica es el enorme Crucifijo de Giotto: “Crucifijo con la Virgen y San Juan Evangelista” realizado en 1288 o 1289, que cuelga del techo justo sobre los escalones que separan la iglesia inferior de la iglesia superior. Originalmente estaba ubicado en el altar mayor.
En la nave izquierda se encuentra una de las más espléndidas obras de Masaccio, La Trinidad, del 1425-1426, una de las primeras obras en las que se puede apreciar la llamada "perspectiva renacentista", que hizo que Vasari afirmara: “Parece que el muro esté agujereado”.
En la nave derecha se encuentra la capilla de los Rucellai, con frescos del siglo XIV; el altar de la capilla esta dominado por la “Virgen con el Niño”, estatua de mármol de Nino Pisano.
En el centro, detrás del altar, está la capilla Tornabuoni, cuyos frescos son de Domenico Ghirlandaio (1485-1490) y, quizás, de su alumno Miguel Ángel. Los frescos reproducen escenas de la vida de la Virgen y de San Juan, ambientadas en la Florencia renacentista. En el altar se encuentra el crucifijo de Gianbologna.
Al lado está la capilla de Filippo Strozzi, con frescos del ciclo “Vidas de los apóstoles San Felipe y San Juan”, de Filippino Lippi. Sigue la Capilla Gondi, En la Capilla Gondi está el Crucifijo de Brunelleschi, única escultura en madera del artista que, se dice, fue hecha en contraposición al Cristo de Donatello (en la Basílica Santa Croce) el cual, según Brunelleschi, parecía "un campesino", por su realismo, y no "el hombre más perfecto jamás nacido". Después, en la sacristía, se puede admirar el “Crucifijo con la Virgen y San Juan Evangelista” de Giotto.
Otras obras del interior de la basílica son frescos de Ghirlandaio en la Capilla Tornabuoni (la Capilla Mayor de la iglesia), dedicados a la vida de la Virgen; el Crucifijo de Giambologna; los vitrales, también de Ghirlandaio; los frescos de Duccio en la Capilla Baldi.
El Claustro Verde de Santa María Novella fue realizado por Paolo Ucello en 1332. El mismo va hasta la Capilla Española, en donde se exponen una colección de pinturas llamadas Triunfo de la Orden Dominica.
MUSEO SANTA MARIA NOVELLA
El complejo de Santa Maria Novella, con la proclamación del Reino de Italia, pasó bajo la responsabilidad del Estado, pero, tras largas vicisitudes durante el periodo fascista, actualmente pertenece a la Región. El complejo está formado por la Biblioteca, el Claustro Grande, el Claustrillo de los Muertos, el Refectorio, la Capilla de los Papas (decorada con la Coronación de la Virgen de Ghirlandaio y con la Verónica de Pontormo), la gran Capilla de los Españoles y el Claustro Verde. Éstos dos últimos lugares se merecen una visita más atenta: el Claustro Verde fue construido por Talenti y pintado, un siglo después, por Paolo Uccello, que usó, para pintar la Génesis y el Diluvio Universal, todos los tonos de verde, y de aquí deriva el nombre del claustro; la Capilla de los Españoles se hizo por voluntad de Cosme I, en 1540, en la vieja sala capitular, como lugar de culto para los españoles que habían llegado a Florencia junto a Leonor de Toledo.
La capilla está decorada con frescos de Bonaiuti, obras maestras que traducen en imágenes el pensamiento teológico dominicano. En el ábside rectangular está la pintura Santiago llevado al Martirio, de Alessandro Allori, 1592.
En la entrada, compartida con la Oficina de Información Turística, hay un ascensor que le permite superar la diferencia de altura de tres pasos. El museo es totalmente accesible. Para pasar del museo a la basílica es necesario ir a la salida de la ruta del museo y acceder a la iglesia desde la entrada de la Piazza Santa Maria Novella. En el museo hay un baño para minusválidos.
Claustro verde:
Claustro de la muerte:
Capilla de los españoles:
Capilla de los ubriachi y reflectorio
Claustro dati
CEMENTERIO
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