Antes que nada, considerar el tiempo que tenemos: algunos caminos pueden ser larguísimos, por lo que necesitaremos varios días para conseguirlo. Si el tiempo libre no es tu fuerte o no estás físicamente preparado para hacer demasiados kilómetros, lo mejor es ser realistas y buscar una ruta fácil y corta.
Otro de los aspectos clave es ir bien preparado. Dicen que la mejor época para hacer el Camino es en primavera, para poder esquivar el frío (sobre todo de noche) y el calor, que puede amedrentar nuestro ánimo. Aún así, con las condiciones climatológicas a favor, hace falta estar muy bien equipado: ropa cómoda, zapatillas a prueba de bombas y, sobre todo, poco peso.
También, se aconseja llevar a mano un pequeño botiquín con tiritas o vendas por si hicieran falta para los pies y algún producto desinfectante; y aunque pienses que el sol no quema mucho por el Norte de España, ¡no te olvides de tu protector solar, una buena gorra y gafas de sol!
Para alimentarte y dormir existen multitud de parajes, albergues y campings a muy buen precio en casi todas las rutas del camino. Además, es una manera ideal de compartir experiencias con la gente, y empaparte del ambiente gallego. ¡Seguro que muchos de los episodios que vivas durante tu Camino no los olvidarás jamás!
Os dejo un vídeo explicativo sobre el camino de Santiago:
¿Alguien lo ha hecho? ¿Qué más recomendáis?