Por ese mismo motivo, deseaba sumergiros en este gran poema a La Forma del Agua. Nuestra Crítica/Review Sin Spoilers de La Forma del Agua, busca mucho más que nadar entre su argumento y su teoría. Busca llegar al corazón y ante todo, transmitir las sensaciones y el cosquilleo que la cinta te produce en el estómago. ¿Estáis listos para mojaros?
Gota a gota, personaje a personaje.
Siendo sinceros La Forma del Agua parte de una premisa demasiado tradicional, demasiado explotada. Buscar nuestro reflejo en criaturas diferentes y plasmar nuestras silenciosas emociones en ellos es algo que el cine lleva expresando hace mucho tiempo. Puedes llamarle monstruo, puedes llamarle animal, o puedes inventarte un anfibio con forma humana de preciosa estética.
Pero no es la historia en sí, sino los personajes los que forman la Magia de La Forma del Agua. Como gotas forman una inundación perfecta sobre el amor sobre el cine. Esas pequeñas gotas, muy lejos de los estereotipos bailan con diferentes formas, diferente color y diferente manera de verse a sí mismas. Poco a poco, se unen unas a las otras, cohesionan, chocan, se unen… Aquello que parecía una simple gota, se ha convertido en un mar de emociones en tu paladar cinéfilo.
Este pequeño río comienza a fluir desde la magia de su protagonista, Eliza Esposito. Uno de esos personajes en los que sin una sola palabra, es capaz de transmitir millones de sentimientos, millones de emociones… Sobre todo capaz de hacer que cada una de sus sonrisas, cada uno de sus gestos, sean los tuyos. Y lo mejor es que ella Sally Hawkins, es tan solo un ejemplo en su maravillosa interpretación.
Si os soy sincero, al acabar La Forma del Agua no sientes la intensidad de una película que puede batir records en los premios. Cuando dejas que ese agua vaya traspasando tu mente, es cuando realmente te das cuenta de muchas cosas. Te das cuenta que contiene cada una de las partículas que convierten al cine en un arte.
La Forma del Agua y la forma del amor.
No quiero explicaros el contenido y los giros de La Forma del Agua. Quiero transmitiros las sensaciones, los temas, y cada uno de los matices que experimentarás a película. Dentro de la película encontraremos dos partes diferenciadas. La primera, es un poema que realmente se explaya sobre las sensaciones y el amor. La otra acaba siendo un thriller sobre espionaje en la Guerra Fría que no es transmitido con tanta intensidad y perfección como el resto de la película.
Es ahí donde la película deja de ser perfecta. No es un fallo, pero no deja tan redonda la todo experiencia y acaba diluyendo en agua la preciosidad de La Forma del Agua. No quiero hablar sobre qué trata, si no hablar de los temas que realmente Guillermo del Toro recita en su película. Habla sobre la soledad, la necesidad de sentirse querido, la comprensión, y sobre todo, la humanidad. ¿Qué es lo que nos hace humanos? Sin duda nuestra capacidad de sentir, de empatizar, y de volver a las personas una pieza indispensable en nuestra vida. Es ahí donde la figura, la perfecta interpretación del animal, lo vuelven más humano y sin quererlo nos vuelve más humanos a todos nosotros.
El delicioso sonido del agua
No podríamos entender qué quiere transmitir realmente La Forma del Agua sin su música. Alexandre Desplat hace un alarde de sensibilidad, con un regusto de viento metálico francés y una sinfonía que es imposible que dejes de tararear durante mucho, mucho tiempo. La sensación, al igual que con la historia, ya has escuchado esa música, que forma parte de tu vida, te inundará desde el primer momento. La mezcla perfecta entre ese acordeón, esa percusión tan dulce como su protagonista hacen una mezcla perfecta.
La introducción de temas clásicos en grandes escenas de acción emocional, acaban completando una edición y un montaje que sueña con la perfección y la consigue en todo momento. La fotografía de La Forma del Agua, es una de las mayores delicias jamás visualizadas. Sin alardes, sin extremos, es capaz de transmitir con una sensibilidad sublime desde los aspectos más humanos.
La Forma del Agua y la magia del cine
Sin duda es una película que se necesita sentir, experimentar, catar. Deliciosa en todos sus aspectos, te encandilará desde su primera nota, desde su primera palabra. Con decisiones arriesgadas, acaban convirtiendo esta película en una película para adultos, que atentos lectores, no recomiendo para los niños más pequeños. Una de las pequeñas pegas que sin duda, hacen de esta película una experiencia más limitada, sería precioso trasmitir a nuestros pequeños valores así, pero necesitarán esperar unos años para comprender y asimilar La Forma del Agua.
Su mayor problema sin duda son las expectativas. Ceñidos a un guión que te transportará a las mil maravillas, puede dejarte muy frío si no te dejas llevar por el río emocional que nos plantean. Eso sí, volvemos a repetir, como experiencia y como simple poema te llega a las entrañas y te hace arañar la Butaca en todo momento. Un poema sobre las personas, sobre el amor y ante todo sobre el buen cine.
Como siempre un placer escribir para vosotros.
No os perdáis nuestras Críticas y nuestro Billete en vuelo directo especial a Wakanda.