Por otra parte, este hecho no venía acompañado únicamente de una contundente afirmación que también podrás apreciar leyendo diarios económicos o revistas del sector, sino de otro consejo igual o incluso más importante: todo proyecto mínimamente ambicioso como el que es emprender nuestro propio negocio, debe ir acompañado de pilares firmes que lo respalden.
Por ello, si os motivó el anterior artículo del blog de Francesc Robert o si llegáis a éste buscando consejo o confirmar vuestros deseos emprendedores en 2018, a continuación os desvelo algunas claves para invertir inteligentemente en 2018 y aprovechar a nuestro favor estos buenos vientos que se nos aventuran sin que se conviertan en tormentas.
Las 5 claves de Francesc R. Ribes para invertir sabiamente
#1 Conoce el escenario al milímetro
¿Por qué me he aventurado a indicar 2018 hasta la saciedad como un año perfecto para emprender o arriesgar de cierto modo? Porque llevo meses estudiando la evolución de los mercados, anticipándome a las previsiones para el próximo ejercicio y confirmando mis apuntes sobre el sector con los de otros profesionales que han realizado el mismo ejercicio.
Así, puede que un gurú de la economía (y suele suceder a menudo…) se equivoque, pero difícilmente se equivoquen todos los fondos de inversión, instituciones económicas internacionales y especialistas financieros que realmente están apuntando a 2018 como un buen año.
Que un inversor particular indique en un foro que es adecuado destinar X inversión a X fondo o emprender en X sector puede que se le tenga que dar la razón o no, pero trabaja bajo sus propias premisas y circunstancias… Pero que lo haga un grupo internacional financiero, que destine millones a X proyecto poniendo en juego gran parte de su estabilidad y credibilidad es otro tipo de confirmación más rotunda de que el escenario es el adecuado. Paralelismo que nos lleva al siguiente punto…
#2 Asegúrate que realmente se va a mantener ese escenario
Que conozcamos la situación actual al milímetro, que podamos incluso con los ojos cerrados saber cuánto nos va a rentar una inversión o hacia dónde se van a dirigir los mercados como para poder captar clientes sin problemas, saber dónde se encuentra nuestro nicho, no es garantía de que en cualquier momento cambie la escenografía y tengamos que adaptarnos a un nuevo entorno.
Un año tiene 12 meses, 365 días en que cualquier suceso acontecido y que escape a nuestro control, pueda desestabilizar o mejorar cualquier circunstancia. Más en un entorno globalizado donde el “efecto mariposa” es una realidad constante.
#3 Prevé no obstante que pueda cambiar
Por ello, tal como hacía el forero del ejemplo sobre la primera clave, siempre debemos trabajar bajo nuestras propias circunstancias.
El grupo inversor probablemente arriesgue porque sepa que los beneficios obtenidos multiplican exponencialmente a las posibles pérdidas que se pueda ocasionar con esa inversión, pero el empresario medio, el emprendedor de nuevo cuño, difícilmente pueda hacer frente a la pérdida de una importante inversión.
Por ello, huye del “fondo perdido” si no te lo puedes permitir y no creas los cantos de sirena si no ves del todo claro, a título personal, que ninguna decisión pueda condicionar todo lo que has conseguido en los meses previos.
#4 Blinda tus decisiones
Para ello, es muy importante que blindes tus decisiones. El “todo o nada” en el mundo de las inversiones y en el mundo empresarial es toda una arma de doble filo que puede hacer tambalear y tumbar cualquier proyecto.
Por ello, sin vivir en una constante ola de pesimismo que tampoco es ni sano ni recomendable, cuando dudes sobre lo adecuado de una decisión, ponte en lo peor, en qué pasaría si la previsión que has hecho o que todo el mundo te recomienda falla. Si la situación en la que te dejaría esa vía te resultaría comprometida o te agobia nada más pensarla como posible, no lo hagas: rebaja tus expectativas y toma decisiones que te hagan sentir 100% cómodo.
#5 No tomes decisiones de una única salida
Para ello, para que ese blindaje sea efectivo pero para que tampoco suponga dejar pasar toda buena oportunidad, es importante que hagamos lo que hagamos pueda revertirse.
Los fallos empresariales están a la orden del día: no deben suponer el comienzo del fin ni una catástrofe, sino una perfecta oportunidad para aprender lo que no se debe hacer. Para ello, debemos ser capaces de recomponernos en el caso de que las previsiones no hayan salido como debieran…
Si hasta la Coca Cola pincha a menudo con nuevas líneas de su producto estrella (¿quién se acuerda de la Cherry Coke?), ¿por qué no nos lo podemos permitir nosotros mismos? Eso sí, que las pérdidas no sean tan a gran escala
Soy Francesc Robert Ribes: economista, entregado a seguir aprendiendo y enamorado de los pedales y las nuevas emociones. En este blog podrás conocerme y descubrir que hay vida más allá de los treinta. ¡Bienvenidos!