Originada en Colonia, Alemania, desde el siglo IX, la Kölsch no solo representa una tradición centenaria, sino que encarna la ingeniosa adaptación de los cerveceros locales frente a la creciente competencia.
Descubramos juntos los secretos y particularidades de esta emblemática cerveza alemana.
Historia de la cerveza Kölsch
La historia de la cerveza Kölsch tiene sus raíces en Colonia, Alemania, donde se ha elaborado desde el siglo IX.
No obstante, el término “Kölsch” no se usó oficialmente hasta 1918, cuando la cervecería Sünner lo adoptó para referirse al tipo de cerveza que habían estado produciendo desde 1906.
Esta cerveza se basaba en una variante de la Wiess, una mezcla de trigo y cebada que se disfrutaba en la región desde el siglo XVII.
Enfrentándose a la competencia de las cervezas de baja fermentación como la Pils, populares en el sur de Alemania en el siglo XIX, los cerveceros de Colonia adaptaron su técnica.
Emplearon maltas pálidas, levaduras de alta fermentación y un proceso de maduración en frío típico de las lagers.
Esta evolución convirtió a la Kölsch en una cerveza híbrida, combinando características de las ales y las lagers.
En 1986, la Kölsch adquirió una denominación de origen protegida por la Convención de Kölsch, limitando su producción a unas 20 cervecerías en Colonia y sus alrededores.
Esta cerveza se sirve en un vaso alto y delgado llamado Stange y suele acompañarse con platos simples como queso, salchichas o morcilla.
La Kölsch, una cerveza que ha mantenido su tradición y autenticidad, ha ganado el favor de numerosos aficionados en todo el mundo.
La cerveza Kölsch, un estilo típicamente elaborado en Colonia y sus alrededores, es reconocida por su claridad, ligereza y un sutil sabor a frutas y maltas.
Esta cerveza, una de las pocas alemanas que se filtran, se sirve en un vaso alto y estrecho conocido como “Stange”.
La producción de la cerveza Kölsch está protegida por la Convención de Kölsch, restringiendo su fabricación alrededor de 20 cervecerías en la región.
Características de una cerveza Kölsch
La Kölsch, parte de la categoría C del BJCP (Programa de Certificación de Jueces de Cerveza), representa a las cervezas alemanas de alta fermentación.
Según el BJCP, esta cerveza posee una serie de características únicas que veremos a continuación:
Aroma
Sutil aroma a malta Pils, ocasionalmente acompañado por un toque frutal de fermentación (manzana, cereza o pera).
Puede presentar un leve aroma a lúpulo noble y, en algunos casos, matices vinosos o sulfurosos de levadura.
Apariencia
Desde dorado muy pálido a claro, con transparencia y brillo. La espuma, generalmente blanca, puede no persistir.
Sabor
Equilibrio entre malta atenuada, dulzor frutado apenas perceptible, un amargor medio-bajo a medio, sequedad delicada y un final suave.
Se puede detectar un rango variable de lúpulo noble, con algunas versiones más maltosas o con matices minerales o sulfurados. En general, es clara, sin sabores indeseados.
Sensación en boca
Refrescante, cuerpo medio-liviano con carbonatación media a alta y una buena atenuación.
Impresión general
Cerveza balanceada, limpia, delicada y refrescante, con sutiles notas frutales y un toque de malta en el final. Puede ser confundida con una Light Lager, una Pilsner o una Blonde Ale.
¿Cómo se elabora esta cerveza alemana?
La Kölsch es una cerveza única que se elabora con levadura de alta fermentación, típica de las cervezas Ale, pero se somete a una maduración en frío, propio de las cervezas Lager.
Según la Convención de Kölsch, que regula el nombre y la calidad de esta cerveza, la Kölsch debe ser transparente, de color dorado claro, con un sabor delicado y un aroma ligeramente frutal.
La Convención también restringe la producción de la Kölsch a las cervecerías de Colonia y sus alrededores.
Los ingredientes que se emplean para fabricar la Kölsch son maltas claras (Pilsner o Pale), lúpulos nobles alemanes y levadura de alta fermentación.
La elaboración consiste en una maceración a 65 ºC durante una hora, una ebullición de 70 minutos con adición de lúpulos, una fermentación de unos 7 días a 18 ºC.
Estos pasos permiten obtener una cerveza clara, refrescante y equilibrada, con un grado alcohólico de entre 4,5 y 5,5%
Marcas de cerveza Kölsch
Reissdorf Kölsch, (Alemania)
Gaffel Kölsch, (Alemania)
Früh Kölsch (Alemania)
Sünner Kölsch (Alemania)
Mühlen Kölsch (Alemania)
Dom Kölsch (Alemania)
Schreckenskammer Kölsch (Alemania)
Zunft Kölsch (Alemania)
Gilden Kölsch (Alemania)
Sester Kölsch (Alemania)
Kölsch, de Brasserie Saint-Germain (Francia)
Kölsch, de Brasserie du Mont-Blanc (Francia)
Conclusión
¡La Kölsch es una cerveza perfecta! Clara, ligera y refrescante con un delicado sabor a frutas y malta. Si estás interesado en probarla, busca alguna de las marcas recomendadas.
¡Salud!