Camino de los españoles o Camino a la Mar
Parece increíble que nuestro país (Venezuela), esté lleno de tantas riquezas y de tantas historias que contar; de esos caminos que dejaron de ser tan transitados para quedar al resguardo de senderistas, amantes de la naturaleza, de arqueólogos y amantes de la historia.
Piedra a piedra, este camino empedrado que comenzó a construirse en 1603 (tras la aprobación en 1589 por Diego Osorio, fundador del Puerto de La Guaira y Capitán General de la Provincia de Venezuela), ha permitido la comunicación de la ciudad de La Guaira con Caracas, siendo la principal vía de transporte de mercancías y pasajeros en tierra firme. Por ello, se también se erigieron a su costado fortines, pasos y castillos, que hoy -aun en ruinas- permanecen para ser visitadas y conocidas.
Recuerden, es imposible que afirmemos amar a alguien o algo si no lo conocemos. Por ello, les extiendo esta pequeña invitación a recorrer a través de las imágenes y el breve recuento, lo que fue Mi Camino de los españoles, también llamado Camino a La Mar.
Todo comienza aquí
Foto Propiedad de Arnaldo Noguera
En “Puerta Caracas”, el lugar de encuentro, inicio o llegada del camino; antigua aduana que distribuía los productos recién llegados del puerto, para Caracas y el resto de las comunidades circundantes. Fue aquí, por donde pasó el Libertador. Desde aquí se conecta con La Pastora, una de las parroquias más antiguas de la Capital, hogar de artistas y deportistas.
Desde aquí, podrás tomar un Jeep que te lleve por la primera parte del trayecto, pasando por la puerta, el Mirador de Bolívar y Martí, hasta llegar a la comunidad de Campo Alegre. Todos estos sitios han sido reseñados en mi primer artículo sobre el camino:
De La Pastora a Campo Alegre (Aquí).
Desde allí, tus pasos, el silencio, la admiración del paisaje y el mejor de los ánimos, serán tu compañía.
Vista del oeste de Caracas, en el Camino a la Mar, antes de la bifurcación denominada “Los Dos Caminos”.
Llegarás al Fortín de la Cumbre
No subestimes el poder de viajar en Grupo. En cualquier sendero o ruta, siempre es bueno contar con compañía
Te encontrarás con flora y fauna, respeta su espacio
Disfruta de cada una de las vistas y acércate al Castillo Negro
Cuenta que esa fortificación debe su nombre a la pintura con carbón que recibían sus muros para ocultarse de la vista de aquellos que transitaron el camino.
Si quieres conocer más de estos puestos de defensa, te invito a revisar nuestras reseñas en:
Fortín de la Cumbre (Aquí).
Atardecer en Los Fortines del Ávila (Aquí).
Desde aquí, el camino comienza a hacerse más notorio, el empedrado ya forma parte de tu visual:
Empedrado original
Pero cómo referirnos al camino sin hacer mención a las comunidades que viven a lo largo:
Descendiendo del fortín San Joaquín, encontrarás un desvío del camino empedrado a uno de cemento y podrás conocer la comunidad agrícola de Sanchorquiz.
Esta comunidad, que se constituye en el punto más alto de la Parroquia Maiquetía, debe su nombre al militar y marino español “Sancho de Alquiza”, quien fuera Presidente del Cabildo de Caracas. Pero si quieres saber más de esta fascinante historia, te invito a realizar la ruta del “Atardecer en Los Fortines del Ávila” de nuestros amigos de Fundhea.
Fundada por canarios que emigraron al Nuevo Mundo en búsqueda de mejores oportunidades y condiciones de vida
Aquí, podrás confundirte entre las tonalidades de verdes de las lechugas, brócoli, cebollín, ajoporro, cilantro y zanahoria
En épocas de buena cosecha, podrás llevar contigo el producto fresco y al mejor de los precios
Retomado el camino a la mar, llegamos al cabo de una hora -aproximademente- a la antigua posada:
“La Venta”, los restos de la posada del Camino a la Mar
Nuestro tercer descanso en el camino, perfecto para hidratarnos y reforzar la protección solar
Restos de las paredes internas
Sobre el dintel de la puerta principal se lee la frase “A los Muros”
Muestra de las tradiciones religiosas que se extienden a lo largo del camino y de las que hablaremos en otro post
Al igual que nosotros, miles de viajeros pasaron por sus puertas pidiendo posada, alimento y cualquier otra guarnición para continuar su camino a la capital o al puerto; sobre todo, considerando que para el siglo XVIII la infraestructura turística era escasa en la ciudad amurallada de La Guaira (Principal puerto del país y quinto en el Nuevo Mundo).
Paso a paso, en la continudad de nuestr ruta descubrimos otro de los hitos:
La Hacienda Guayabal
Recuerdan las cruces del camino?
Esta hacienda se dedicaba al cultivo de café al costado del camino, es uno de los pocos atractivos con mayor estructura en pie; sus máquinas aun son testigos del tiempo
Sus fachadas
Sus patios
Hoy forma parte de una propiedad privada; si deseas visitarla te dará un tip al final de esta reseña
Y fue aquí donde comprendí por qué lo llamaban Camino a la Mar.
Seguimos nuestro camino a la Guaira, y antes de pensar en cansancio me topé con una sorpresa:
El Fortín El Salto, otras de las fortificaciones de defensa en el Camino a la mar
Pero se distingue de los demás por el paso levadizo que existía sobre estos muros con una elevación respecto al terreno de 20 metros
Si eras un pirata, pretendías invadir Caracas o atentar contra la seguridad, el puente era derrumbado y la gente caía a los pozos por dónde hoy puedes pasar
Chicas que han escapado de la seguridad. Al lado derecho se aprecia una rampa natural, por donde antes pasaban las mulas y caballos, esos viajeros a pie
Y fue así, como finalmente llegamos al barrio de Quenepe en La Guaira, para tomar un bus de regreso a Caracas.
Finalmente queremos recomendarte:
1-. Si eres mucho más práctic@ y te gusta una reseña resumida, de bolsillo, te invito a visitar el siguiente link (Aquí).
2-. Este es un sendero que no debe realizarse solo, te puedes perder y atentas contra tu seguridad. Existen diversas organizaciones y grupos de excursionismo o turísticos que ofrecen la ruta. Por ejemplo:
Fundhea, te ofrece -con frecuencia mensual- la ruta del “Atardecer en los Fortines del Ávila”. En ella podrás tener las nociones básicas del camino, sus tradiciones, sus defensas, comunidades y personajes importantes. Visitarás Campo Alegre, Los sembradíos de Sanchorquiz, el Fortín de San Joaquín de la Cuchilla y recibirás el atardecer en el Castillo Negro, para -finalmente- regresar a Caracas.
GEAMIR, el Centro Excursionista Caracas (CEC) y otros grupos ofrecen la ruta completa, desde Caracas-La Guaira, en diferentes modalidades, solo debes inscribirte a los grupos y estar atentos a su programación.
3-. El Camino de los españoles, en cualquiera de los sentidos (CCS-LGA / LGA-CCS), puede tomarte entre 6 y 7 horas de caminata. Por ello debes traer:
Ropa y zapatos cómodos para caminar, no nuevos, ni con suela lisa.
Suficiente hidratación, comida fuerte, frutas y algo dulce para recargar energía.
Protección contra el sol, la lluvia y los insectos.
Y por qué no, una ropa de repuesto.
Por cierto, no olvides tu basura, el Parque Nacional, lleno de naturaleza viva, no se merece el maltrato.
4-. Si deseas visitar la Hacienda Guayabal en Grupo y pernotar, puedes contactar con Chuito (si deseas el número envíanos un correo y te responderemos) con días de anticipación para coordinar tu visita. Por favor, recuerda que esta es una propiedad privada y él con su familia, resguardan el lugar. Colabora con ellos, llévales algo en muestra de agradecimiento (dinero, comida). Eso sí, también recuerda llevar tus equipos de acampar (incluyendo cocina).
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