2863 kilómetros. Eso fue lo que caminaron Sam y Frodo desde Hobbiton hasta Mordor. Aunque tiendo a definirme como friki (casual friki, vale), es un dato que descubrí ayer por la noche. Un dato que me fascinó, la verdad, de una manera total, absoluta y premonitoria.
Porque después de asimilar ese dato, lo único en lo que pude pensar fue en hacer exactamente el mismo camino, llegar a Mordor y, como no tengo anillo que lanzar, bailar una jota en el Orodruin mientras le hago una peineta a Sauron.
Total, que lo he comentado esta mañana en Instagram, como quien no quiere la cosa, y me ha sorprendido recibir alguna respuesta animada e incluso me atrevería a decir que entusiasmada. Y mientras me hacía la comida he pensado: "Qué carallo, vamos a montar un reto como Galadriel manda".
O sea, que me he venido aquí para anunciaros el primer reto "Camino a Mordor", que consiste, básicamente, en conseguir caminar 2863 kilómetros en un año. O un año y medio, quejicas.
En realidad, si hacéis algunas matemáticas básicas, Sam y Frodo tardaron unos dos meses en hacer todo el recorrido. Y eran hobbits. Con las piernas cortas. Si esos dos medianos lo hicieron, ¿no vamos a poder hacerlo nosotros que somos... ¡catalanes! ¡Madrileños! ¡Andaluces! ¡Meseteros! ¡Chicarrones del norte! ¡Sudakas orgullosos!
Que no se diga que los hobbits son más que los de Bilbao...
¿Quién se apunta?
REGLAS
Porque esto no es un reto si no ponemos algunas
1 - Hay que caminar todos los días. Un mínimo de cinco minutos. Podéis caminar cuando vais a comprar, a buscar a los niños al cole o lo que queráis, pero hay que caminar cinco minutos al día como mínimo (y si queréis llegar a hacerlo en un año, ¡más vale caminar un pelín más!). No os podéis saltar ni un solo día, en solidaridad con los hobbits y los elfos caídos. Y porque cinco minutos los tiene cualquiera, no me digáis que no.
2 - No valen las caminatas en casa o en el trabajo. Ni la cola del súper. Ni cuando te levantas del sofá para ir a la nevera a pillar una cerveza. Nope. Nein. Niet.
3 - Hay que beberse un zumo de frutas (con verduras o sin ellas) todas las mañanas. Los hobbits tenían lembas y acordaos de lo que les pasó. Por mucha energía que les dieran al final estaban hartísimos de comer únicamente esos cuadraditos insípidos. Necesitamos comida élfica variada para nuestro reto y como no tenemos, nos conformamos con frutas y verduras de todo tipo, mezcladas como queráis.
¿CÓMO LO HACEMOS?
Fácil. Tengo el reto creado en Endomondo. Solo os tenéis que bajar la aplicación al móvil y pasarme vuestra dirección de correo para que os envíe una invitación. O hacer clic aquí. A partir de ahí, veréis quién va líder (espero ser yo, ya os aviso) y cuánto os queda para pillarlo y todo eso.
Si queréis podéis ir haciendo updates en vuestras redes sociales. Yo me comprometo (sí, sí, me comprometo) a colgar en Instagram y Facebook como mínimo una vez a la semana una foto con mini receta de zumo de fruta y un update de kilómetros caminados/kilómetros totales. El hashtag, como no puede ser de otra manera #caminoamordor.
¡¡PREMIOS!!
Aunque esto es, principalmente, un reto contra nosotros mismos, no tendría la más mínima gracia si no hubiese premios, ni goodies, ni otras cositas chulas para compartir y por las que luchar. Así que habrá premios. Y hasta camisetas. Lo que pasa es que como la idea esta del reto la he tenido hace apenas una hora, como que todavía no he pensado cuáles. A lo mejor una licuadora para hacer tus zumos más fáciles. O un pack coleccionista de El señor de los anillos (esto es mala idea porque seguro que todos lo tenéis ya, ¿NO?). O un anillo único, para que lo tiréis vosotros mismos al Monte del Destino donde ya estaréis. No lo sé, pero habrá premios, lo juro. Y puede que incluso haya alguna descarga con recetas de zumos matinales (o polos, ahora que aprieta el calor). Y camisetas. Nada es real hasta que se hacen camisetas.
Venga, vamos, apuntaos. Caminad conmigo hasta Mordor para salvar la Tierra Media (o la zona media de nuestro cuerpo, quizás).
Disclaimer: La idea de caminar a Mordor la leí en Nerd Fitness. Ellos no se referían a caminar los 2863 kilómetros, sino a salir a caminar de una vez por todas, pero yo, que soy casi vasca, decidí que recorrer exactamente la misma distancia que Sam y Frodo me parecía muchísimo más interesante que salir a caminar media hora cada día.