Arco de la Villa de Belchite La batalla tuvo lugar entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937, en el marco de la ofensiva del bando republicano sobre Zaragoza. El resultado de la batalla dejará gran parte del pueblo en ruinas, pero es 6 meses más tarde cuando el ejército nacional regrese y tome Belchite definitivamente cuando los daños ocasionados sean irreparables y a pesar de que Francisco Franco prometiera la reconstrucción del pueblo, más adelante se echará atrás, y construirá el nuevo pueblo de Belchite.
Para visitar Belchite, debes comprar tus entradas en la web Belchite.es o en la Oficina de Turismo ya que es visita guiada y no es posible visitarlo por tu cuenta, ya que está cerrado para preservar y conservar lo poco que queda en pie.
El precio de cada entrada es de 6 euros por persona y niños gratis y hay 3 turnos de visita 12:00, 16:00 y 18:00 también se puede visitar en hora nocturna. Las visitas duran aproximadamente.
Nuestra visita comienza en el Arco de la Villa de Belchite y durante el paseo por la calle mayor hasta la Capilla de San Antón ya podemos apreciar las pocas estructuras que quedan en pie y como la batalla asoló el pueblo.
Edificios derruidos en Belchite
Pueblo de Belchite
Edificios derruidos en Belchite
Uno de los lugares más significativos del pueblo es el Trujal de los Caídos, un pozo para aceita de pequeñas dimensiones que se convirtió en una fosa común dónde se enterraron más de 80 cadáveres. Junto al trujal se forjó la Cruz de los Caídos situada justo en el centro de la Plaza Vieja de Belchite en memoria a los caídos.
Trujal de los Caídos, Belchite
Cruz de los Caídos, Belchite
La siguiente parada importante en la visita es la Torre del Reloj, construida totalmente de ladrillo, formaba parte de la antigua Iglesia de San Juan. La leyenda cuenta que el reloj de la torre dejó de funcionar cuando comenzó la Guerra Civil, unos dicen que cuando estalló la guerra, otros que en el primer bombardeo y algunos que durante algún momento de la Batalla de Belchite. Pero lo más curioso es que se intentó restaurar para la torre de la iglesia del pueblo nuevo y no se consiguió, ya que siempre se terminaba parando sin causa definida.
Torre del Reloj, Belchite
Torre del Reloj, Belchite
Después de la Torre del Reloj, avanzamos para llegar a uno de los conjuntos más emblemáticos del pueblo, el Convento de San Rafael que durante la Guerra Civil fue un hospital improvisado y la Iglesia de San Martín de Tours fue reformada en varias ocasiones e incluso ampliada, ya que en su inicio tenía tan solo una nave, para luego añadirle una sacristía, cuatro capillas y una galería exterior. La fachada es monumental, y causa muchísima impresión entrar en la iglesia y verla sin cubierta, con las cúpulas muy degradadas, aunque a pesar de ello aún se pueden ver algunas de las pinturas o incluso los baldosines del suelo. Como detalle a tener en cuenta, son unos versos escritos en la puerta de la iglesia por Natalio Baquero, uno de los supervivientes nacido en plena Batalla de Belchite, el 1 de septiembre de 1937.
Iglesia San Martín de Tours, Belchite
Interior de la Iglesia San Martín de Tours Belchite
Vista del interior de la Iglesia de San Martín de Tours sin cubierta
Cúpula de la Iglesia de San Martín de Tours, Belchite
Versos en la Puerta de la Iglesia de San Martín de Tours, Belchite
Después de esta parada desharemos el camino andado para a mitad de camino desviarnos hasta llegar al Convento de San Agustín, reconvertido en Iglesia después de un grave incendio. En este edificio no nos permiten entrar ya que corren peligro de derrumbamiento los arcos de la nave central. Pero lo realmente impactante es que en la torre hay incrustado un proyectil que nunca estalló.
Convento de San Agustín, Belchite
Vista interior del Convento de San Agustín, Belchite
Proyectil incrustado sin estallar en la torre del Convento de San Agustín, Belchite
Belchite, el pueblo fantasma de la Guerra Civil española es la viva imagen de lo que deja un conflicto bélico de esa magnitud, el silencio y el paisaje te dejan sin palabras y te invitan a reflexionar. Es una visita más que obligada si vas a pasar cerca o si vas a visitar Zaragoza.