Se trata de la Iglesia de San Lorenzo, construida en el siglo XVI, y que triunfó en una de las campañas de micromecenazgo cultural más exitosas en fechas recientes.
Sólo siete personas viven hoy en Fuenteodra, y recuperar su histórica iglesia estaba fuera de sus posibilidades.
Pese a su valor histórico y su belleza, el abandono del pueblo había provocado que la iglesia oficiara su última misa hace 15 años, y si cuando estaba en uso su protección ya era complicada, al caer en desuso fue aún peor.
Este tesoro del gótico tardío se fue agrietando y humedeciendo, los pocos vecinos del pueblo veían indefensos como partes de la estructura se desprendía y vieron que el colapso era cuestión de tiempo.
Sin embargo, siete personas decididas a salvar un tesoro, pueden ser suficientes, y juntos comenzaron a trabajar en el rescate de la iglesia de San Lorenzo en Fuenteodra.
La lucha valía la pena no solo por el valor cultural del monumento, sino por el significado que tenía en sus biografías. San Lorenzo es el lugar donde fueron bautizados, donde se casaron y donde velaron a sus muertos, además de que su postal los acompañó cada día de su vida.
Por ello fundaron la Asociación Cultural MANAPITES, a la cual se sumaron el paisajista Javier Maisterra y el historiador Jesús Mª García.
Acudieron primero al arzobispado, que no mostró interés en el lugar y entonces recurrieron a la ONG Hispania Nostra, dedicada a la protección del patrimonio cultural de España.
Hispania Nostra los acompañó en la campaña online para conseguir fondos urgentes, aspirando a conseguir un capital mínimo de $17,000 euros para atender las tareas más urgentes.
Fuenteodra, pese a ser un rincón prácticamente desconocido del mundo, logró una solidaridad inesperada con la campaña que se volvió viral, y no solo se consiguieron los $17,000 euros.
Para el 13 de diciembre, que concluyó la campaña, se habían superado los $30,437 óptimos para comenzar la tarea y se alcanzaron hasta $52,090 euros, provenientes de la solidaridad de cientos de personas.
Con ello, ya se trabaja urgentemente en la reparación de la torre del campanario y en el remplazo del entramado que le da cobertura al templo, además de en colocar redes antiaves.
Estos trabajos permitirán que San Lorenzo Mártir sobreviva a los rigores del invierno, pues sin la inversión, la iglesia habría desaparecido en los próximos meses.
Además de salvar su templo, la campaña ha puesto a Fuenteodra en el mapa de los amantes del turismo rural, pues el hermoso templo es apenas uno de los tesoros de la zona.
El pueblo se encuentra en medio del Geoparque Mundial Las Loras, reconocido por la UNESCO, y lleno de paisajes naturales hermosos para hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza.
Quienes apoyaron con una donación, se llevarán además recompensas que van desde visitas guiadas a la torre y coro de la iglesia, a tomar un curso de tañido de campanas e incluso tener tu nombre grabado en las nuevas campanas que se fundirán para remplazar a las actuales.
Finalmente, cabe mencionar que cada donación fue acompañada de la siembra de un árbol autóctono por parte de voluntarios de la Fundación Oxígeno, ayudando así al medio ambiente.
Todo fue un gran proyecto de turismo sostenible, apoyando la naturaleza, la cultura y el futuro de un pueblo y un modo de vida.
Las tareas para rescatar el templo requieren aún mucho más dinero, pero tras esta primera fase de inversión, el templo puede acudir al llamado “Convenio de las Goteras”, mediante el cual el arzobispado y la diputación de Burgos pueden financiar gran parte del resto de los trabajos.
Pero mientras se espera que la historia continúe, este pueblo de Burgos festejará una cálida navidad.
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