En 1932, un joven Luis Buñuel viajó hasta Las Hurdes, una de las regiones más emprobrecidas de la España de principios de siglo, para rodar Las Hurdes, tierra sin pan. En este emblemático documental acabarían por combinarse la crítica a la desigual España del momento y el impresionante talento de uno de los mejores cineastas de la historia.
La película de animación Buñuel en el laberinto de las tortugas, estrenada en España el pasado 24 de abril, recoge precisamente este episodio adaptando el cómic de mismo nombre de Fermín Solís. En ella, un pasaje fascinante de la historia del cine español encuentra una nueva vida en la animación, gracias al trabajo del gran equipo creativo y técnico que se esconde tras sus fotogramas.
José Luis Ágreda, ilustrador y diseñador de personajes que ha colaborado durante años con medios tan importantes como El País o El Jueves, inicia su carrera como director de arte en el cine de animación con esta película. Acudimos a su estudio, en Sevilla, para que nos cuente su experiencia y nos explique cómo es animar a uno de los directores de cine más famosos del siglo XX.
El núcleo de la historia
Según Ágreda, la película es básicamente "la historia de un momento de crisis en la amistad entre dos personas que tienen visiones distintas de cómo se deben hacer las cosas". Estos dos amigos, Buñuel y Ramón Acín, humorista gráfico que le financió al primero la película y fue fusilado en 1936, son los polos de un filme que también es una aventura, la de unos personajes que llegan a un sitio desconocido y tienen que desenvolverse en una de las zonas más empobrecidas del país.
Adaptando el cómic
¿Qué hace exactamente un director de arte? "Yo me dediqué a definir el estilo de la película", nos dice Ágreda, que además añade que trabajó a mano a mano con el director, Salvador Simó, para "definir qué queríamos transmitir y con qué estilo lo queríamos transmitir".
La idea de Simó era huir del estilo del cómic en el que se basa la película, buscando algo un poco más cercano. Ágreda lo sintetiza cuando comenta que "a Buñuel, tal y como se comporta en la película, no es fácil quererlo; pero queríamos que al menos el público sintiera deseos de entender por qué se comporta de esa manera".
Eligiendo un estilo para Las Hurdes
En esta región extremeña se desarrolla gran parte de la película, y era muy importante encontrar una forma gráfica y un estilo de animación que le hiciese justicia: "queríamos reflejar la dureza de la zona, y por eso nos pidieron un estilo más directo, como de boceto de lápiz". La idea era que pareciese que habían dibujado directamente sobre la película, con un efecto similar al de línea rota.
Para los fondos, más abstractos y hasta cierto punto oníricos, se utilizó un estilo "lo más cercano posible a la acuarela, dentro de las posibilidades de la ilustración digital", concluye Ágreda. Esta mezcla de fondos difusos y personajes más definidos genera distintas capas de profundidad en una película cargada de detalles de este tipo.
La importancia de la dirección de arte
Ágreda confiesa que, una vez se implicó en el proyecto, lo más duro fueron los compases iniciales, cuando empezó a asumir la enorme responsabilidad que había recaído sobre sus hombros: "la parte inicial es la que va a marcar toda la película: qué tipo de personajes, qué tipo de proporciones, qué tipo de línea, qué tipo de color…"
El ilustrador nos cuenta que parir esa parte, que se hizo siempre en colaboración con el director, como si fuera un casting, fue lo más complejo; pero que, una vez que se tenía el estilo bien marcado, todo se volvió más sencillo. "Pero sin olvidar que todo tiene que pasar por el departamento de arte antes de pasar a los animadores".
"Si lo piensas desde el principio, es abrumador el trabajo que hay", concluye Ágreda, satisfecho ahora que la película se ha estrenado por fin en salas, tras su paso por certámenes tan importantes como el Festival de Málaga, donde se llevó el premio a la Mejor Banda Sonora.
Nunca dejes de practicar
Ágreda se despide con un consejo para los que están empezando en el mundo de la ilustración: "para dedicarte a esto, tienes que estar siempre aprendiendo y siempre dibujando". El ilustrador recomienda llevar siempre encima un cuaderno, y aprovecharlo para dibujar mucho. Para él, dibujar del natural es la mejor manera de aprender, ya que ayuda a entender cómo funcionan las cosas y pensar la realidad desde el dibujo.
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