¿Quieres saber por qué viajar sola es un must?
1.- Estar solo puede ser algo bueno
La soledad puede dar un poco de miedo al principio, pero cuanto más tiempo paso conmigo, menos cuenta me doy de que estoy sola. De hecho, es agradable dejar que tu mente pueda fijarse en las cosas que habitualmente estamos demasiado distraídos para percibir.
2.- Puedes conocer gente interesante
Cuando viajas acompañado es como si tuvieses una red de seguridad, a la vez que alguien con quien compartir tus experiencias. Si estás solo y quieres compañía, tendrás que entablar una conversación con alguien nuevo lo que puede llevarte a conocer autóctonos y viajeros interesantes. De hecho yo guardo relación con gente a la que he conocido en Alemania, Italia, EEUU,… Pero sin llegar a tanto, siempre es una buena opción que los propios locales te recomienden sitios que ver y cosas que hacer.
3.- Tu tiempo es sólo tuyo
Cuando viajas con alguien, te ves obligado a consensuar itinerario y planes. ¿Pero qué pasa si la otra persona quiere tirarse en la playa durante horas y tú quieres visitar museos? Se supone que viajar tiene que ser algo relajante y discutir por el orden del día es de todo menos eso.
Recuerdo perfectamente mi viaje de fin de curso de la carrera. Estaba en Cuba con mis compis y yo quería hacer una excursión para nadar con delfines pero ellas no. Siempre me arrepentiré de no haberlas mandado a paseo… En definitiva, SOLA cada día es mío completamente y puedo aceptar cada aventura que se me presente.
4.- No tienes que depender de nadie para que vaya contigo
Esto tiene también relación con el punto anterior, porque no tendrás que cuadrar tus fechas con nadie ni ponerte de acuerdo en destino, presupuesto o intereses. Además, todo eso para lo que crees que necesitas compañía, puedes perfectamente hacerlo por tu cuenta. Incluso comer solo en un restaurante puede dejar de parecerte tan horrible.
A mí al principio me daba algo de vergüenza y me llevaba la tablet para ver algo, ponerme los cascos y aislarme del resto. Y oye, no es mala opción, pero también he aprendido que simplemente mirar alrededor y observar a la gente puede ser igual de entretenido.
5.- Ser egoísta es liberador
Desde el trabajo a la familia y amigos, gran parte de la vida tiene que ver con el compromiso. Por eso, hacer lo que yo quiero cuando yo quiero es absolutamente maravilloso. Poder entregarme a mí misma durante unos días hace que los compromisos futuros sean un poco menos agotadores.
6.- Salir de la zona de confort es fortalecedor
Cuando he viajado o vivido en el extranjero yo sola, ha habido unas cuantas ocasiones en las que me he sentido asustada y perdida. Pero cada vez que eso pasaba, era yo la única que podía resolver la situación. Eso me ha hecho darme cuenta de que soy mucho más fuerte y capaz de lo que nunca imaginé.
7.- Te enseña mucho sobre otras culturas
Durante mis viajes, no puedo negar que me he encontrado en algunos contextos desagradables y molestos, pero también he podido experimentar la extrema amabilidad de la gente. Ver de cerca la vida de otras culturas me ha hecho apreciar más lo que tengo, pero también me ha ayudado a respetar las costumbres de aquellos que son diferentes.
8.- Vuelves con una nueva perspectiva
Cuando estás lejos de tu “vida real”, tienes tiempo de pensar en lo que es realmente importante. No ha habido ni una sola vez que no haya vuelto con nuevos planes e ideas que poner en marcha. Además, la distancia te permite darte cuenta de a quién echas de menos o a quién debes sacar de tu vida.
Así que adelante, ¡¡ sed valientes y animaos a probar la experiencia!! No os arrepentiréis.