El Camino de Santiago comienza en el mismo instante en que dedices hacerlo. Quizá éste sea el único momento en el que estás sola.
A partir de ahí, viajar sola se convierte en una misión imposible. Creo que de alguna manera empiezas a mimetizarte con aquellos primeros viajeros con destino Santiago, que buscaban la compañía de lo desconocido y la fortuna de la aventura como guías soldadas a sus pasos.
Y entonces es cuando más disfrutas tu minuto de soledad. Al caer el día fatigada, escribes en primera persona ricas vivencias que el polvo del camino no ha podido esconder.
Photography by WomanToSantiago
El texto de este post pertenece a nuestra participación en el concurso de Focus on Women «Viajar sola: la mejor experiencia». Queríamos compartirlo con vosotros en este pequeño adelanto. Espero que os haya gustado.
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