Si, sólo tu persona, tus pertenencias y nada más. A dónde quiera que sea, pero irte y no buscar compañía mas que la de tu sombra.
Pues verás, una amiga está a punto de emprender un viaje laboral. Se encuentra nerviosa y preocupada, pues es la primera vez que viaja fuera del país, y del continente, completamente sola.
De modo que he decidido escribir este post para aquellas personas que estén cruzando por la misma experiencia. Si tú eres de los míos, sabrás que es una aventura tan deseada y tan saboreada que hasta se te hace agua la boca. Lo que te puedo decir es que, totalmente, vale la pena.
Puede ser que te vayas a otro país, ciudad o estado en que hablen tu mismo idioma. Puede ser que sea todo lo contrario. Sólo debes recordar siempre andar con cuidado y cuidar de tus pertenencias (que, te recomiendo, sean las menos posibles). La voz interna (y tu mamá), es muy sabia en estos casos.
San Miguel de Allende, México
Imagen vía www.visitmexico.com
Así que, te doy los 5 beneficios de viajar solo.
1. Puedes cambiar el plan siempre.
Siempre. Por más que lo planees, por más que hagas especificaciones y un plan trazado, siempre hay algo que cambia. Un atraso, tráfico, una tienda o museo inesperado. Y lo mejor, es que si cambian, nadie te reclamará, nadie se enojará porque a final de cuentas, está cambiando por ti, porque quisiste o porque así es la vida. Vamos, no te vas a enojar contigo mismo.
2. Silencio.
Silencio y nada más. Bueno, a menos que estés en un lugar demasiado concurrido y, pues, no te quede mas que escuchar el bullicio o usar los audífonos. Ambas son buenas opciones, todo depende de la ocasión.
3. No hay que explicarse con nadie.
¿Quedaron de verse en algún punto, a una hora específica? Pero te perdiste en esa colosal y deliciosa tienda de chocolates o en ese parque coqueto. O, tal vez, la señora con el golden retreiver te ha permitido jugar con su perro y se te olvido el compromiso que tenías. Déjame decirte que, no le debes cuentas a nadie.
N A D I E
4. El super cliché de todos los tiempos. (Pero es cierto).
Te encuentras con tu persona. Pues resulta que descubres más de lo que pensabas que sabías de ti mismo. Pensabas que no te gustaba hablar con desconocidos, porque temías aquello que pensasen de ti. Pero resulta, que te encantó compartir experiencias de viaje con esos chicos del tren que acababas de conocer. O, quizá, siempre has sido introvertido cuando convives con tus compatriotas, pero en cuanto escuchaste tu mismo idioma, no te importó, siquiera, que anduvieras en fachas, sudado y con aliento al kebab que acababas de morder. De inmediato le preguntaste ¿de que parte de (inserta tu país, región, ciudad aquí) eres?
5. Te liberas.
Te liberas de prejuicios, miedos u orgullos que pudieras tener. Ya que, estando completamente solo, comprendes por qué vivimos en sociedad. Pues siempre necesitamos compartir con alguien más o necesitamos ayuda de otros, aún cuando te aventures en tu mismo país.
¿Aún necesitas otra razón?
Mira nada más esa carita de felicidad
Amsterdam Central
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