A caballo entre una gran capital y un pequeño pueblo pesquero, Hua Hin tiene potencial para crecer. Hua Hin es ese jugador reserva, con mucha calidad, pero que jamás ha pisado el terreno de juego en partido oficial.
¿Qué cualidades tiene Hua Hin para encandilar a sus visitantes?
Hua Hin desde las alturas.
1. La montaña de los monos
De camino al templo que gobierna la ciudad –Wat Khao Takiap–, en lo alto de la colina, uno puede bucear en una colonia de más de 1.000 monillos.
Los primates campan a sus anchas en la montaña. Al aire libre. Y se vuelven locos por todo tipo de comida.
Monos con mucho hambre.
A pesar de su aparente simpatía, hay que tener cuidado con ellos. Los cabroncetes –con cariño–, huelen la comida a muchos metros de distancia.
Nosotros tuvimos cierto canguelo, cuando nos vimos rodeados por un grupo de unos 20 monos. Ellos detectaron que cargábamos con algo de fruta. Al sentirnos intimidados, les soltamos toda la comida que llevábamos.
Aprendimos que, un grupo numeroso de micos impone tanto o más que un perrete rabioso.
2. Las campanas de Wat Khao Takiap
El misticismo tailandés dicta que, si uno hace sonar todas las campanas del templo Wat Khao Takiap después de pedir un deseo, éste se cumple.
Así que si visitas Hua Hin, ya sabes…
¡Por intentarlo que no quede!
Campanas del templo Wat Khao Takiap.
3. El buen marisco
Hua Hin es un pueblo de pescadores. Y como tal, el marisco es fresquísimo y de calidad. Hay un montón de sitios para engullir gambones, mejillones, ostras, almejas, cangrejos…
En el mercado nocturno de la ciudad se amontonan los restaurantes de este estilo, que ofrecen unos gambones gigantescos como plato estrella. Jamás había visto gambas de tal calibre.
Al final, por recomendaciones de los amigos de Chiang Muhu, fuimos al restaurante Hua Hin Seafood Buffet. Por 400 baht —10 euros al cambio— dispones de una parrilla y kilos de marisco.
4. Los reyes que gobiernan la ciudad
En Hua Hin posan los 7 reyes más relevantes del país hasta la fecha.
Desde el monarca que inventó la caligrafía tailandesa, hasta el que declaró la guerra a Myanmar.
Por suerte, no hay que pagar absolutamente nada para ver a los soberanos.
Monumento a los 7 reyes en Hua Hin.
5. El mercado de Plernwan
Este mercado es un símbolo de Hua Hin. Construido con diseño vintage, el mercado cuenta con puestos de comida tailandesa, ropa, un pequeño parque de atracciones, un cine al aire libre con hamacas y otros objetos decorativos para hacerse fotos.
La entrada al mercado de Plernwan es gratuita.
Hamacas para ver cine al aire libre.
6. Se puede llegar desde Bangkok por 1 euro
El billete de tren cuesta 44 baht –1 euro aproximadamente– si se compra en la estación de Hua Lamphong. La duración de la travesía en tren es de 4 horas y pico.
También se puede ir en minibús desde Victory Monument por 180 baht –4’5 euros aproximadamente–. Esta opción es preferible por su agilidad, en 3 horas uno se ventila el trayecto y además, va fresquito gracias al aire acondicionado.
Estación de tren de Hua Lamphong, en Bangkok.
7. Es una ciudad con hospital propio y centro comercial
Que haya un hospital de Bangkok en la ciudad de Hua Hin, indica que Hua Hin es una ciudad desarrollada. Ya que estos hospitales únicamente abren sus puertas en ciudades cuyo avance es significativo.
Además, el centro comercial Bluport –del mismo grupo que el famoso Siam Paragon– es otro indicativo de que la ciudad está plenamente desarrollada.
8. La playa de Hua Hin
La playa de Hua Hin no es de las más espectaculares de Tailandia. De hecho, estaría alejada de las guías de viaje como una playa recomendable.
No obstante, el muelle antiguo de la ciudad sí que es un atractivo. Además, puedes ser de los últimos en apreciarlo, porque se lo quieren cargar para construir nuevos equipamientos.
La zona está repleta de carteles que expresan la indignación de los comerciantes.
Playa de Hua Hin.
9. La playa Suan Son Pradipat
Al otro lado de la colina, queda esta playa de enorme anchura. Repleta de jubilados que lucen morenos de la gama de los chocolates. La media de edad de los allí presentes rondará los 60 años.
No es de extrañar, pues esta zona alberga un montón de urbanizaciones de nueva construcción, que están ocupadas por montones de expatriados.
Mientras observaba como jugaban a la petanca en la playa, pensaba que no me importaría jubilarme aquí. En Hua Hin se respira buena calidad de vida.
Playa Suan Son Pradipat. Gobernada por jubilados.
10. La oferta hotelera
La oferta hotelera en Hua Hin es amplísima y con precios que están la mar de bien.
Nosotros encontramos una habitación de 30 metros cuadrados en el Baan Peang Ploen, por 900 baht para una noche –unos 22’5 euros–.
El Baan Peang Ploen es un condominio –una urbanización privada– que proporciona alojamiento cual hotel. Está situado cerquita de la playa de Suan Son Pradipat y la tranquilidad de la zona es insuperable.
La valoración de la estancia fue estupenda.
Pues hasta aquí las 10 razones para animarte a que explores Hua Hin. ¿Tú conoces esta ciudad? ¿Te gustaría visitarla? ¿Qué es lo que más te llama la atención de esta acogedora ciudad?
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