Después de mucha espera y cinco capítulos con críticas MUY variadas, llegó el punto final de Juego de Tronos, titulado El Trono de Hierro (que al final se derritió).
Después de Game of Thrones 8x05, Las campanas, lo cierto es que no albergábamos muchas expectativas hacia lo que podría ocurrir en el final y aun así lograron decepcionarnos.
Al inicio del capítulo vemos a Tyrion ya Jon recorrer los escombros de Kings Landing. Ninguno de los dos acaba de analizar lo que acaba de ocurrir, sólo saben que Daenerys se equivocó.
La Khalessi, en un trance mesiánico, reúne a sus Inmaculados y Dhotarki y les dice que ahora procederán a salvar/conquistar al mundo, claro está, después de quemar a Tyrion por traidor.
Resignado a su muerte, el último de los Lannister le dice a Jon Snow que sólo él puede detener a Daenerys no solo por ser hijo de Rhaegar Targaryen, sino porque la ama y porque es lo correcto para todos.
Así, en una escena de telenovela mexicana, Jon mata a su amada Deny. Le dice "Siempre serás mi reina", la besa y al mismo tiempo le clava un puñal en el corazón... y PUF, el personaje así sin más ni más.
No hubo honor, ni lucha, ni una defensa digna para un personaje tan fuerte como el de Daenerys Targaryen. Su adiós sabe igual o más simplón que el de Cersei Lannister (puedes leer por qué en esta nota).
Y después de esa escena todo se va en decidir quién ocurpará el Trono de Hierro, con un estilo muy democrático para ser la Edad Media.
Todos los Lords y Ladies de las casas restantes llegan quién sabe cómo ni a qué hora justo a tiempo para elegir al nuevo rey.
¿Y quién resulta el elegido? No, no fue Jon Snow (y qué bueno, porque en serio que no sabe nada). Tampoco Sansa, ella se quedó muy cómoda reinando en el Norte.
No, fue el mismísimo Bran Stark, el niño que obtuvo poderes después de ser arrojado de una torre en el episodio 1 de la saga.
¿En serio? ¿Bran? ¿El que pasó TODA la Batalla de Winterfell teniendo una visión que al final ni supimos de qué fue? ¿El que no ha tenido otra gracia que espiar a todos? ¿Ese Bran?
Pues sí, y en su infinita misericordia Bran el Roto (siquiera le hubieran dado un nombre mejor), exilia a Jon Snow a la Guardia Nocturna, que ya no sabemos para qué se necesita, pero el caso es que lo mandan para allá.
Sansa regresa al Norte, Arya se va a explorar el mundo, Tyrion se convierte en la Mano del Rey Bran y todos los demás se dedican a reconstruir Kings Landing.
Y así llega al final la llamada mejor serie de la historia, con un final demasiado sin sabor, sin tensión, con un solo momento de verdad emotivo: cuando Drogon intenta despertar a su madre muerta.