Se sabe que algunos grupos de cazadores del final del Paleolítico y del Epipaleolítico ya convivían con este animal.
Animal doméstico desde el Paleolítico
En el Mesolítico (10.000-6.000 años), el período correspondiente a los cazadores y recolectores que precedieron a la extensión de la agricultura y la ganadería por Europa, el perro se integra en prácticas rituales, es decir, se les enterraba, como lo constatan tumbas localizadas en el norte y sur de Europa.
La datación de estas tumbas confirma que los cazadores-recolectores mesolíticos practicaban la inhumación de perros en los cementerios.
Los investigadores han podido constatar que la dieta del animal incluía un porcentaje de en torno a un 25 por ciento de proteínas de origen marino, lo que probablemente refleje la alimentación de sus amos.
No solo carnívoros
Hasta hace poco se pensaba que los neandertales, que desaparecieron hace entre 30.000 y 24.000 años, eran predominantemente carnívoros. Sin embargo, pruebas científicas recientes constatan que estos hombres tenían una dieta más variada.
Estos análisis confirman que no solo comían una gran variedad de plantas, sino que también conocían sus cualidades curativas y nutricionales.
La gran variedad de restos de plantas hallados en las placas dentales de individuos de esa época hacen suponer a los investigadores que los neandertales tenían un conocimiento sofisticado de su entorno natural, que incluía la habilidad para seleccionar y usar ciertas plantas por su valor nutricional y curativo.
Según los expertos, la carne era claramente primordial, pero las últimas investigaciones ponen de manifiesto una alimentación bastante más compleja que la que se creía hasta ahora que tenían los Homo neanderthalensis.
Los nuevos análisis permiten añadir datos sobre la dieta y los hábitos de vida de estos homínidos, de los que ya se sabía que atendían a los enfermos, enterraban a sus muertos y adornaban su cuerpo, y desterrar muchas de las ideas que se tenían de los neandertales.