La rubia vuelve para seguir contándoos los descubrimientos que hago en materia de vinos y gastronomía, que ya hacía tiempo que estaba desaparecida entre unas cosas y otras. El sábado teníamos planeada la visita a la Bodega Vinya Natura, en Les Useres (Castellón), así que por la mañana y después de dar unas cuantas vueltas por el pueblo y equivocarnos de sitio, llegamos gracias a las indicaciones de un "abuelet del poble", que son los mejores GPS del mundo, porque no se equivocan ni en un metro. Impresionante.
Aunque la elaboración a nivel industrial de los vinos de esta bodega se hace en Requena, también tienen depósitos y barricas para hacer algunas pruebas en una masía restaurada cerca del Pla de les Useres. El entorno es inmejorable, se respira naturaleza, calma, tranquilidad por los cuatro costados, y dentro de la masía no se puede estar mejor. Si a todo esto le sumamos la amabilidad de Esteban (Piti para los amigos), uno de los socios de la bodega y el que nos hizo la visita, podemos decir que fue todo muy bien.
La masía es una preciosidad, daban ganas de coger un periódico, una hamaca y dedicarse a disfrutar del silencio de los alrededores...cuánto me gustaría a mí tener una casita de estas...
Nada más llegar, nos fuimos todos en el coche de Esteban a ver las viñas al Pla de Les Useres, a unos minutos de la masía que, por cierto, era una antigua bodega como tantas que hay en esa zona. Ya os he contado más de una vez que en el siglo XIX esta zona de Castellón era la potencia mundial de vinos. Así que, como dice Esteban, no son cuatro locos los que están intentando recuperar la tradición vinícola de Castellón...es algo que les debemos a nuestros antepasados y que, aunque nunca llegue a ser como antes, tenemos que hacernos respetar (momento reivindicativo jaja).
Al llegar a las viñas pude realizar algunas fotos como las que podéis ver a continuación:
En la primera foto, las viñas están plantadas en vaso, y en la segunda (que son las de Cabernet Sauvignon de la bodega que visitamos) están plantadas en espaldera, ¿observáis las diferencias?
Para hacer una de las fotos, me acerqué tanto a las hojas de las viñas que incluso una mariquita que pasaba por allí se dejó fotografiar y me quedó esta preciosidad (que sepáis que esto es símbolo de que las viñas están sanas, y de que no están excesivamente fumigadas con pesticidas y demás):
Después de darnos una vuelta por los viñedos de la zona y que nos explicaran todo lo que preguntamos, volvimos a la bodega, donde probamos algunos de los vinos que hacen. Aquí tenéis una foto de los cinco, cuatro de ellos se están comercializando (excepto el Quatre Vents, todos los demás). Seguro que habéis oído hablar del Cava Babel (Primer Premio de la XVII Cata organizada por la Asociación Els Bodeguers al mejor vino espumoso del año 2012 de la Comunidad Valenciana) y, especialmente, del Barranc de l"Infern:
Junto con unos buenos aperitivos (queso, jamón, rosquilletas y algo de embutido) probamos tres de los vinos: el cava, Barranc de l"Infern blanco y L"equip. Además hicimos un juego de aromas, donde teníamos que identificar el olor a diversas cosas que nos ponía Esteban en una copa opaca (romero, tierra mojada, tomillo, etc.), todos ellos aromas presentes en los vinos de forma natural.
Después, compramos unas cuantas botellas de vino y cava (yo cinco, que me estoy montando mi propia vinoteca en casa al margen de la de mi padre, mi madre no sabe a cuál de los dos echarnos de casa primero jajaja :P) y nos fuimos todos de comida a La Pelejaneta, un restaurante al que de pequeña he ido con mis padres y que ahora redescubro de otra forma. Allí pude disfrutar de un buen solomillo de ternera a la brasa, eligiendo como entrantes un revuelto de setas y espárragos y un carpaccio de buey con nube de parmesano. Además, lo que más me gustó a mí, pude comer pan tostado con tomate (pero tomate de verdad, del que huele a tomate) y allioli, uno de los placeres más grandes de esta tierra. Todo ello regado con un par de botellitas de un vino elegido por Esteban, Juan de Juanes, de la D.O. Valencia, que no conocíamos pero que resultó ser un buen acompañante en nuestra aventura. :) A todo esto, me gustaría destacar que el nombre del vino es en honor a un pintor valenciano del Renacimiento que realizó el Retablo de San Antonio y Santa Bárbara de la Iglesia Mayor de Onda, mi pueblo. Así que en cierta forma, estaba todo conectado.
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Los diferentes postres que elegimos tampoco defraudaron...aunque yo no soy mucho de postre pero no pude evitarlo:
Y después, nos fuimos a las 6 de la tarde (que ya estaba bien) a seguir disfrutando del fin de semana con buena compañía, porque la comida y la bebida son importantes, pero una buena conversación y buena gente alrededor lo son mucho más.
Seguiremos informando...¡¡buen inicio de semana y de mes!!