Debo confesar que soy un enorme fan de todo lo relacionado con el terror. Películas, novelas, cómics y , por supuesto, juegos. Sobre todo juegos, pues con la calidad gráfica que tenemos hoy en día gracias a las consolas de nueva generación, la experiencia a la hora de jugar un juego puede llegar a ser increíblemente realista. Y no digamos con lo que se nos avecina con las gafas de realidad virtual que ya han salido o van a salir próximamente a la venta (ya os aseguro que yo personalmente muy pronto me haré con unas de ellas).
Pues bien, hará cosa de unos días llegó a mi conocimiento la existencia de un juego que el pasado febrero si no me equivocó se puso a la venta en descarga digital en la "store" de PS4, consola que poseo y que me ha hecho pasar momentos inolvidables con juegos como Farcry 4, Bloodborne, o la saga Uncharted (Uncharted 4, cómo te espero con anhelo.....).
Se trataba de un juego de terror, del que había oído hablar maravillas pero del que no había visto un sólo fotograma ni tráiler, cosa que suelo intentar evitar en muchas ocasiones, pues hace que la experiencia y la jugabilidad de un juego nuevo sea mucho mayor.
El juego en cuestión se llamaba "Layers of Fear" y, abreviando un poco, venía a ser un juego de terror psicológico en primera persona. Asumíamos el rol de un pintor en horas bajas que, encerrado en su casa, una suerte de mansión victoriana, debía intentar volver a recobrar la inspiración perdida hace tiempo debido a un suceso dramático.
La mecánica del juego era muy sencilla. Nuestras acciones se limitaban a recorrer las diferentes estancias o habitaciones de la mansión para ir descubriendo poco a poco cartas, papeles, objetos... que fuesen completando las piezas del rompecabezas de nuestra mente para averiguar lo ocurrido, lo que nos había llevado (al personaje del juego) a perder la inspiración. Todo aquello que nos íbamos encontrando daría respuesta a muchas preguntas que el jugador va haciéndose a lo largo del juego: ¿Por qué nuestro protagonista está cojo? ¿Dónde está la familia del mismo? ¿Por qué hay tantas botellas de vino desperdigadas por la casa? ¿De dónde provienen esos ruidos tan extraños?...
Tras haber jugado y terminado el juego, puedo confesaros que ha sido una de las experiencias más terroríficas que he vivido nunca. Doy por sentado que lo que voy a deciros a la hora de jugar a un juego como éste es obvio, pero recomiendo muchísimo que, si alguno de vosotros se atreve a jugarlo, lo haga totalmente a oscuras y con los cascos puestos a un volumen que, si bien yo lo recomiendo bastante alto, tampoco hace falta quedarnos sordos. Si lo jugáis así, os aseguro que la experiencia será mucho, mucho mejor.
Es un juego con unos gráficos tan realistas que parece que nos estemos moviendo por una mansión de verdad. Consigue que creamos que realmente estamos caminando por sus habitaciones, explorando sus rincones. Vamos abriendo puertas, cajones, armarios, todo para ir descubriendo pistas de lo que nos ha llevado al borde de la locura
Y sí, la palabra clave es locura, pues en determinados momentos del juego llegarás a creer que te estás volviendo completamente loco. No es cómo juegas el juego, en este caso concreto es cómo el juego juega contigo, con tu mente, con lo que estás viendo, o lo que crees estar viendo.
La acción va avanzando muy poco a poco, sin prisas pero sin pausas como se suele decir. La ambientación va tornándose cada vez más lúgubre, mas oscura, más terrorífica. Nunca sabes ni qué ni dónde te vas a encontrar, pues los movimientos de cámara que el propio jugados realiza lo vuelven loco. ¿Por qué? Por poneros un ejemplo: Estáis jugando al juego, camináis en línea recta por un estrecho pasillo y al torcer a la derecha sólo hay una pared que no os permite continuar. Bien, volvéis por vuestros pasos, pero al daros la vuelta...otra pared... y al volveros de nuevo donde había pared ahora hay una puerta... Pues así gran parte del juego.
Otro aspecto muy importante del juego es su BSO y su diseño de audio, excelente. Hace que parezca que la mansión está viva, que te habla, que te guía por sus pasillos. Es cierto que el juego recurre muchas veces al susto fácil, pero no por ello es menos efectivo, sino todo lo contrario, pues casi nunca sabrás cómo ni cuando ni de dónde vendrá ese susto. Y, por supuesto, el terror psicológico que hace que te metas tanto en la historia que, en más de una ocasión deberás pausar el juego para tomarte un segundo de respiro.
En general el juego peca de ser en ocasiones demasiado reiterativo en su jugabilidad, demasiado lineal en algunos momentos. Pero eso no lo desmerece ni mucho menos. Pese a su corta duración, que apenas alcanza las 5 horas, es cierto que se trata de una aventura rejugable, pues en muchas ocasiones el elegir ir por una puerta o por otra hará que muchos documentos sobre la historia no los podamos encontrar, además de algún susto extra.
Mi opinión es que se trata de un juego muy bueno en su apartado técnico visual, excelente en su apartado auditivo, que consigue hacerte saltar de la silla en muchas ocasiones, que consigue meterte un mal rollo increíble en el cuerpo, que sabe tocar la fibra en lo referente a aquéllo que nos puede asustar, y en resumen, y como ya digo al principio, una interesante experiencia que te atrapa desde el principio hasta el final.
@DanielRoig
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