Que levante la mano aquel que alguna vez no ha sentido miedo al moverse por su garaje o trastero, o aquel que de pequeño no se levantaba cada noche a mirar debajo de la cama al menor ruido o aquel que no haya rebotado alguna vez en la cama después de caer por un precipicio en sueños (el resto nos lo podéis contar en un comentario ;) ).
La verdad es que, de una forma u otra, el miedo es un sentimiento común en todos nosotros. Sin ir más lejos, cuando vimos el título de la última obra de J.A. Bayona (“Un monstruo viene a verme”) tuvimos el miedo que se tratara de una de las típicas cintas de terror con monstruos. Por suerte, como pasa con la mayoría de los miedos, el nuestro se esfumó al leer las impresiones que causó la cinta en el pasado festival “Zinemaldia 2016 de San Sebastián”. Por tanto, le buscamos un hueco en nuestras agendas para verla como se merece, en pantalla grande.
Este fin de semana, con éxito en taquilla un poco más superado, nos hicimos con nuestras entradas y nos dispusimos a ver “Un monstruo viene a verme”, la tercera y, por el momento, última obra del barcelonés Juan Antonio Bayona.
Puntuales a la cita, los del equipo llegamos a la sala dispuestos a comprobar si en esta ocasión estaríamos en el grupo de espectadores del “no hay para tanto” o del “pásame un kleenex”, dado que ambas sensibilidades se han apiñado en dos bandos muy diferenciados.
La cinta empieza presentándonos a Connor OMalley (Lewis MacDougall) un chico de 12 años que se ve sumergido en, seguramente, la fase más dura de su vida, haciéndose cargo tanto de su hogar como del cuidado que le puede dar a su madre (Felicity Jones) enferma de cáncer. Además, y por si fuera poco, Connor cada día debe hacer frente a otra de las grandes lacras de la sociedad actual, el bullying que sufre en el colegio por parte de varios de sus compañeros.
El único refugio del pequeño está en su habitación y en sus dibujos, los cuales le sirven para escapar de su agobiante rutina mientras expresa lo que le está pasando. No obstante, todo cambia un día en el que, tras haber estado dibujando durante toda la tarde, se duerme para despertarse sobresaltado posteriormente a causa de una misteriosa pesadilla que le sucede en el cementerio que ve desde su habitación, el cual está flanqueado por un viejo tejo y una iglesia.
Una noche, al despertar de su pesadilla nocturna se encuentra con un gigantesco monstruo en jardín de la casa aunque, al revés de lo que se podía imaginar, no se trata de una criatura sanguinaria y aterradora sino que pretende algo bien especial… algo que, evidentemente, no os vamos a contar en este rincón ya que para nada queremos romper la magia del cine.
Argumentalmente podríamos definir “Un monstruo viene a verme” como a una apuesta segura y ganadora de Juan Antonio Bayona, ya que, como ha demostrado en sus dos trabajos anteriores (“El Orfanato” y “Lo imposible”) es realmente bueno reflejando las relaciones familiares, y si a esto le añadimos el efecto psicológico del cáncer y el bullying, argumentalmente la película tenía y tiene, todas las de ganar.
En cuanto a las interpretaciones, nos gustaría remarcar el trabajo y expresividad facial del pequeño Lewis MacDougall quien consigue implicar al espectador en sus traumas y sus constantes luchas, en definitiva un auténtico descubrimiento. Para los mayores, nuestro reconocimiento va para fría y calculadora abuela de Connor, interpretada por Sigourney Weaver, quien hasta el desenlace final consigue que la despreciemos sin demasiados remordimientos. En definitiva, bajo nuestro punto de vista, un buen casting.
Quizá, el punto más bajo de “Un monstruo viene a verme” sea su montaje ya que, aunque consigue ir subiendo el clímax psicológico hasta la traca final (los últimos 30 minutos son, en nuestra opinión, para verlos con pañuelo en mano), realmente echamos de menos un poco más dinamismo en los primeros minutos de la misma.
Con todo, consideramos “Un monstruo viene a verme” como a una película notable, puntuándola concretamente con un 7.5 sobre 10.
Titulo original: “A monster calls” - 2016 – España / USA
Dirigida por: J. A. Bayona
Duración: 108 minutos
Género: Drama, Fantástico