Así que hace un par de años se me ocurrió buscar una receta de torrijas light, ¡y la encontré! creo recordar que encontré varias, pero finalmente me quedé con ésta. Aunque como siempre la he terminado adptando. Además, no sé cómo lo hago pero a mi nunca me me coinciden los tiempos del horno con el mío, así que supongo que debe ser más bien orientativo y que irá en función de las características de cada uno.
Lo bueno de estas torrijas es que no se cocinan con aceite, por lo que tienen muy poca grasa (la que proporcionan los huevos) y son altas en carbohidratos y proteínas. Además, llevan canela que es un antiinflamatorio natural, por lo que son perfectos para después de un entrenamiento, Según la aplicación de My fitness pal, cada torrija tendría:
117 Kcal
1,9 g de grasa
14,4 g de carbohidratos
5 g de proteínasAunque variará dependiendo de los ingredientes que utilicéis. Para esta receta yo he utilizado:
10 rebanadas de pan para torrijas (La hornada de día), podéis sustituirlo por pan integral.
Medio litro de leche desnatada 0,0 Asturiana, pero podéis utilizar también leche vegetal.
Endulzante. Yo he utilizado Azúcar BC, que es azúcar con Stevia, pero podéis utilizar el que queráis: miel, stevia, sirope de ágave, sacarina...
Canela (en rama para la cocción y en polvo para el decorado).
La ralladura de la piel de un limón.
2 huevos enteros (podéis sustituirlos por 4 claras)
Para elaborarla se cuece la leche con la canela, el endulzante (si es sacarina echarla al retirar la leche del fuego) y el limón. Mientras, se precalienta el horno a 210º.
Después se vierte la leche en un recipiente y se sumergen las rebanadas de pan para que absorvan el líquido. Se dejan un 5 o 10 minutos y se pasan por el huevo.
Se colocan en el horno. Según la receta original son 5 minutos por cada lado. Pero yo las dejo 15 minutos sin darles la vuelta, hasta que se doran un poco y se hinchan (al sacarlas y enfriarse vuelven a bajar). En mi caso, se quedan un poco pegadas a la bandeja, podéis probar a darles la vuelta o dejarlas tal cual, pero despegándolas con cuidado; también podéis engrasar un poco el recipiente.
Se espolvorean con canela ¡Y listo! en media hora tenéis unas deliciosas torrijas, pero mucho más sanas que las originales. Eso sí, no hagáis como yo y os comáis tres del tirón después de hacerles la foto
Con este post participo en el reto de Cocina Tradicional de la Red Facilísimo.