Nuestros padres, quizás porque han vivido en sus carnes la misma experiencia, nos lo han dicho muchas veces, todo llega a su tiempo. Pero a nosotros, no nos importa. Tenemos prisa y curiosidad, y mucho afán en vivir nuestra vida, pero eso sí, antes de tiempo, algo que nos sitúa en el lugar y momento equivocado.
Desde pequeños queremos ser mayores, estamos en el colegio y queremos ir al Instituto, y cuando lo conseguimos, nos morimos por ser universitarios. Y por supuesto, para ser mayor es imprescindible trabajar, dejarlo todo y demostrar que somos independientes. Nos encanta la ropa de nuestra hermana mayor y los tacones de nuestra madre pero aun tenemos edad de llevar zapatos de moña y charol.
Empezamos a salir de fiesta cuando deberíamos estar estudiando, a beber Malibú con piña y a fumar cigarrillos aún sin saber fumar (que también hay que saber). El exámen del martes puede esperar, habrá más convocatorias, pero esta edad no la volveremos a tener... Y cuando nos conocemos absolutamente todos los garitos y terrazas que frecuentamos, el tipo de gente que suele ir y la música que suelen poner según la hora de la noche, estamos hartos de ello. Se nos ha quedado pequeño.
IdeaFixa
Es hora de pasar el sábado noche viendo una peli, Los Puentes de Madison, o por qué no, Lo que el Viento se Llevó, con palomitas y coca cola... y claro, a esta sección no faltan por supuestos nuestro padres y, el abuelo, que también le gusta. ¡qué divertido !
Ahora, que es cuando teníamos que estar dándolo todo con nuestros amigos, pues eso, ¡que nos hemos hecho mayores, sin darnos cuenta, por vivir la vida a destiempo!
¿Os habéis parado a pensar la de tequieros que habéis dicho sin saber ni siquiera lo que era el amor?, ¿cuánto hemos sufrido por un amor que pensábamos que era para toda la vida?
Mientras estábamos pasando la tarde dándonos un largo beso, era un plan maravilloso, pero cuando nos tocó sufrir por ello, ¡cuánto dolor!.
Y ese dolor nos dejó yagas, las cuales, cuando realmente se nos presenta el gran amor de nuestra vida, nos impiden vivirlo plenamente, porque se perdona, pero no se olvida.
Grey. Pinterest
No nos dimos cuenta que, cuando tendríamos que estar con nuestros amigos de la adolescencia viviendo amistades duraderas, nos metimos en relaciones serias que acabaron con ellas.Exactamente la misma prisa teníamos con el sexo, mientras unos aún no sabían si los niños venían de París, otros ya lo tenían bastante más claro. Hay chicos que pierden el norte, enseñando y mostrando incluso en las redes sociales, todo lo que son capaces de ligar y hacer. Algo de lo que más tarde, cuando realmente llega su hora, se enamora o vive su gran amor... se arrepentirá para toda la vida.
Es bueno pensar algo, que esperar es bueno. La prisa nos hace perdernos tantas y tantas cosas, vivimos el momento sin disfrutar de nuestro alrededor.
La espera no implica no vivir cada instante de nuestra vida, ese que no volverá jamas, no implica dejar de vivir, es más que eso.
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Esperar significa disfrutar de todo lo que te rodea, en el momento justo que lo vives, mientras llegue tu momento (puedes estar seguro que llegará).
Piensa en lo que te rodea ahora mismo, y que a lo mejor no estás valorando, aquello que te saca una sonrisa; pues ahora piensa que es temporal, y que en cualquier momento puede desaparecer.
Esperar nos hace entender que hay cosas en la vida que merecen más la pena que lo inmediato.
Como puntualización a lo que acabo de escribir, tengo que decir que habrá personas que nos sintamos identificadas con muchas de estas realidades, que vivimos estas situaciones antes de tiempo, pero que ¡no hay que arrepentirse nunca de ello, ni lamentarlo!
No es bueno juzgar si eso fue bueno o malo, y no pretendo hacerlo con el post de hoy. Es sólo una reflexión sobre las situaciones por las que casi todos hemos pasado. Seguro que si nos tocó sufrir, aprendimos, por lo que mereció la pena vivirlo.
Y como suelo hacer, os dejo un vídeo de una buenísima BSO, de la película El Club de los Cinco, (tiene un intro de 33 segundos, pero es la mejor versión que he encontrado).
Os deseo feliz semana,
Besos, ¡hasta pronto!