EL TIEMPO
El tiempo corre inexorable, ¡vuela!
parece, en ocasiones, que nos gruña,
que nos arañe pérfido con la uña
o que nos clave su punzante espuela.
¡Quién pudiera dejar brillante estela
que entre la vida y muerte forme cuña!
mas tan solo lo alcanza aquel que acuña
del prójimo, su amor, a toda vela
Si alguno de vosotros, tras mi muerte,
me recuerda tan solo un breve instante,
que mire al firmamento, en él, inerte,
en el lugar que Dios me deje un hueco,
allí, seré una estrella rutilante
que irradie luz o de mi vida el eco.
JJRME (Terly)