El verano. Justo cuando pensábamos que era seguro volver al mar.
Me confunde. El verano, digo. Del invierno uno sabe que esperar. Es más corto, más aburrido tal vez, pero es fiel.
El verano es una perra. El verano te emborracha y te roba todo tu dinero mientras piensas que ha ido a por tabaco.
Mi verano no se parece a los anuncios de Estrella Damm. En vez de mediterráneamente, lo mío es cantábricamente (seguro que no soy el primero al que se le ocurre esto, pero bueh). En mi verano hay, por tanto, calor y lluvia, quemaduras y resfriados, crema protección treinta y rebequitas.
En verano mi color de piel, propio de pelirrojos y albinos, causa incendios al reflejar en la hierba la luz del sol como si fuese un panel solar. En mi verano no suenan The Vaccines ni Love of Lesbian. Como mucho, Meat Loaf.
Who am I, why I"m here?
Forget the questions, someone give me another beer!
En mi verano hay cobras y hay resacas, hay dinero gastado en Steinburgs calientes y bocadillos fríos y no hay ningún tipo de actividad física más allá de los cinco días que intento engañarme y coger la bici.
Pero en mi verano hay tiempo.
Tiempo para leer. Terry Pratchett, las cartas entre Allen Ginsberg y su padre, La Mazmorra, Bone...
Tiempo para ver películas. No puedo esperar a ver Guardianes de la Galaxia. Y series, ahora mismo Orange is the New Black solo me da alegrías.
Tiempo para viajar y para salir por las noches. Tiempo para no pensar en todo lo que he dicho arriba, porque, joder, es verano.
Y hay tiempo para hacer cosas
Como por ejemplo, cubrir el festival Sonic Blast en Moledo, Portugal. ¡Semejante Ramera! ya está acreditado para uno de los mejores y tal vez más desconocidos festivales del verano. Siguiendo a los geniales Acid Mess, me meteré entre pecho y espalda dos días de sol, mar, playa, piscina y mucha música. Ojo al cartel, tal vez no les suenen todas las bandas, pero ¿no es eso lo mejor de un festival?
O también, para colaborar en G de Gastronomía. Este blog de gastronomía y restauración, liderado por la fantástica Carmen Ordiz, me ha acogido en un viaje que, como pronto, (aunque quién sabe lo que pasará después) tiene como meta la sección Culinary Zinema del Festival de Cine de San Sebastián. Su blog es una de esas rarezas de Internet donde se respira cuidado, cariño y talento. Allí intentaré hablar de algunas de esas ocasiones en las que lo cinematográfico y lo culinario se tocan para trascender ambos espacios. Espero encontrar un equilibrio entre el buen sabor y lo amargo de la crítica, entre mi falta de tacto y su buena mano.
A ver si va a resultar que esto del verano merece la pena.
The moon belongs to everyone
The best things in life are free
And the stars, they belong to everyone
They"re shining up there for you and for me