No puedo comenzar a escribir sobre ningún tema "serio" sin antes agradecer a quienes comentaron en el post "Tres razones por las cuales necesitás un blog profesional" participando del sorteo de un espacio en el curso Bloguera pro. Tampoco puedo ignorar la alegría que me producen las devoluciones que me ofrecen: cada opinión para mí es valiosa. Más valiosa de lo que te puedas imaginar. Y no es un lugar común. Es mucho lo que puede leerse teóricamente respecto a la escritura de un blog, sin embargo, la experimentación y la referencia directa de los lectores sigue siendo mi prioridad en este proyecto desmesurado.
Como experimento en todos los sentidos, en ocasiones acierto pero en muchas ocasiones me equivoco. A veces pasa desapercibido y el error es uno más de los desaciertos sin pena ni gloria del trajín cotidiano de bloguear. Otras veces, recibo un mail personal, que me cuestiona sobre la práctica que estoy realizando y evidencia que el camino que tomé no es el adecuado. Estos mensajes personales y espontáneos son tan relevantes en mi práctica que, quien lo escribe, seguramente no tiene conciencia de la calidad de su aporte.
De esta forma, llego a conclusiones sobre aspectos estéticos. técnicos y de organización de contenidos. Cada palabra que me dedican es una celebración. Celebración auténtica, sin ningún tipo de sentido figurado. De esta forma, observo la devolución del curso y estoy más que feliz con los resultados. Voy a serte honesta: aunque soy desmesurada en ideas y propósitos, mis aspiraciones referentes al "éxito" son modestas. Sé que no debería escribir esto. No es políticamente correcto. En una época en la cual se dimensiona en triunfos el valor de un emprendimiento, suelo tener expectativas moderadas. Nunca me imagino tanto como recibo.
Por ese desborde de motivos, quería premiar a quienes comentan, escriben y establecen conmigo un vínculo más allá de la lectura silenciosa. No crean, algunas pre-concepciones van moderándose y estoy comenzando a comprender la relevancia de los lectores anónimos. ¿Desde cuándo? Desde que presto un poco más de atención a los estudios métricos de Google Analytics. No te asustes: solo un poco de atención y con fines didácticos porque, qué querés que te diga... el análisis gráfico no es mi tema preferido en este asunto de ser blogger. No por prejuicio sino por lo que no se puede evidenciar numéricamente.
Valoro la información que ofrecen los estudios porcentuales cuando son leídos con interés: quiénes me visitan, desde qué lugar geográfico, en qué horario, qué post son los más visitados, cuánto tiempo permanecen en el blog... También las visiones comparativas mes a mes. Sin embargo, cada uno de estos datos sin su contexto específico pierde todo significado. Los contextos son tan necesarios como las métricas y, perdoname la inclusión intencionada, los contextos son relatos. Como sabrás, el relato es mi universo.La curva de aprendizaje...
En mi relato bloguero, este momento es una inflexión. Un proceso de cambio que estoy viviendo tan entusiasmada como ansiosa. ¿Leíste alguna vez sobre la curva de aprendizaje? Escribí sobre ella en la primera ficha del curso para referirme a la importancia de establecer los patrones individuales de crecimiento como bloguera.
¿Cómo que no tenés la primera ficha del curso? Descargala ya mismo clickeando en la siguiente imagen porque es el punto de partida de la reflexión y necesito que pienses en el significado de ser "profesional" antes de que te embarques en una empresa que requiere tu compromiso absoluto.
Espero que la leas con calma, Pensando en el enfoque que elegí para este trayecto que compartimos. No porque sea una mirada revolucionaria sino porque puede ser el impulso para quienes tienen dudas o miedos más vinculados a las limitaciones imaginarias que imponemos a nuestros sueños que a la realidad. Pero también es una ducha fría de objetividad. Si vamos a transitar hacia lo profesional, no convienen evasiones o visiones edulcoradas.
¿Sabés quién espero que esté pronta para este camino? La ganadora del sorteo. Sí. Una mujer que comentó, aportó su visión y ahora vamos a buscar juntas su espacio de expresión individual a través de la escritura. Claro. No te distraigo. Querés saber quién es...
Felicitaciones Rosina! Ro es la talentosa artista detrás de Reciclarte. Si no conocés su blog, deberías visitarlo para obtener inspiración instantánea sobre todo lo que puede hacerse a mano para embellecer un hogar. Como corresponde y para que quede certificada la transparencia de la elección, utilicé una herramienta online que podés consultar siguiendo este enlace Curso Bloguera Pro. Es un mecanismo sencillo y automatizado, sin embargo, cada uno de estos pasos que doy supone un avance en mi curva de aprendizaje como "profesional".
Porque cada uno de los pasos que implica tener un blog con aspiraciones supone una rápida adaptación, mucha disponibilidad de aprendizaje y dosis desmesuradas de voluntad para hacer realidad cada pequeño -o gran- logro sin desfallecer en el intento. De eso quería hablarte hoy, de no dejar de remar cuando ya de lejos, estás viendo la orilla.
La perseverancia es una virtud blogger.
De pronto esta nota inspiracional no hace más que evidenciar que mis dos proyectos, La Desmesurada e Intensional, están cada vez más ligados entre sí. Quizás siempre existieron los lazos que apenas puedo comenzar a percibir y quizás la mayor novedad del crecimiento desmesurado sea finalmente una fusión total de todas mis facetas en un solo espacio personal.
No sería extraño que vos tampoco percibieras las señales de tu propio crecimiento como bloguera o que no vislumbraras la posibilidad de transformar tu adorado rincón virtual en un espacio profesional. Ser bloguera pro mete miedo. Seguro. Si a este temor inicial le sumamos la intensidad de aprendizaje y trabajo que supone profesionalizar un blog comprendido como emprendimiento (por eso de la start up que te contaba en la ficha...) se entiende que por un rato, pretendas mirar para otro lado. Pero no se puede ignorar lo evidente por siempre. Y lo evidente es la posibilidad de transformar un espacio de afición en un espacio de profesión. Porque en definitiva, uno es la base necesaria del otro.
No pretendo la profundidad espiritual del Ravi Shankar si afirmo que a medida que nos acercamos a nuestros anhelos, más intensos son los miedos. Resistirse a continuar es tan tentador... Tristemente, es una actitud habitual en procrastinadoras y mujeres que conviven con su impostora: abandonar los remos cuando de lejos, estás viendo la orilla. En el momento en el que más cerca de tus objetivos te encontrás es cuando más seduce la idea de abandonarlo todo. De esa forma, no tenés que lidiar con el posible fracaso de tu propósito. Ni con su éxito potencial. Las intensionales sabemos que el éxito es más difícil de asumir que la pérdida. El "fracaso" es siempre una excusa: un motivo para el desánimo justificado o para volver a intentarlo bigger and better. Estás a tiempo de decidir romper con este patrón. Estás a tiempo de decidir que realmente querés un compromiso con la escritura de tu blog. Estás a tiempo de anotarte en el curso para Blogueras pro.
En apenas un rato, recibís la segunda ficha y comenzás tu propia curva de aprendizaje para escribir desde las emociones y tener un blog como todos los blog profesionales tienen que ser: escritos por una apasionada.