Lo que más me ha conmocionado, evidentemente, es lo de Anatomía de Grey. LO DE ANATOMÍA DE GREY. ¿QUÉ
Vamos a ver, no es que yo sea una fan incondicional de Derek Shepherd (a mí el que me molaba era Sloan, claramente) peroooo, un poco de respeto, tía, 10 años creándonos expectativas sobre las relaciones amorosas basadas en esta pareja perfecta y no solo primero haces que parezca un capullísimo integral por dejar a Meredith para irse a Washington sino que además nos haces creer durante dos capítulos interminables que le está poniendo los cuernos y luego lo matas. Mira, puede que tengas tus diferencias con Patrick Dempsey, pero a mí esto me parece pasarse, la verdad. Yo creo que no lo has meditado bien, sinceramente, Shonda. Dale un par de vueltas más y la temporada que viene la empiezas con el rollo de que ha sido una pesadilla de Mer y todos contentos. A Los Serrano les funcionó ¿no? (Bueno, esto no lo sé seguro porque en algún momento mucho antes de aquello dejé de verlo y no sé cómo afectó a la historia ese final, de hecho me enteré por Internet. No será un bulo ¿no? Igual debería haberlo confirmado antes de comentároslo, pero bueno, ya da igual). Pero eso, Shonda, consúltalo con la almohada y la temporada que viene hablamos. Porque sabemos las dos que va a haber una duodécima temporada igual que hubo una décima y una undécima cuando todo el mundo sabe que NO DEBERÍAS HABER LLEGADO TAN LEJOS. Y te lo digo desde el cariño, que soy muy fan de todo tu trabajo (Chapeau por How to get away with murder, de verdad) pero, tía, te has venido arriba con Anatomía de Grey y se te ha ido de las manos. Soportamos lo de Mark, su desengaño con Lexie y su trágiquísimo final (coño, no lloraba tanto desde El diario de Noa. Yo es que soy mu’ sensible); luego nos quitaste a Cristina Yang, el mejor personaje de la serie lo mires por donde lo mires; y ahora Derek. Basta ya, Shonda. ¡Déjanos vivir! Porque encima luego lees a Patrick Dempsey hablando sobre el tema y te cuenta que claro, que la historia llevaba a ese desenlace y que era obviously the right time. Pues mira, chato, igual the right time era nunca, porque te va a sorprender pero hay gente que se muere de vieja. De vieja, tío, no atropellada por un autobús, aplastada por el ala de un avión o porque entre un loco psicópata disparando en su lugar de trabajo. No sé, se me ocurre.
Pero bueno, que no todo van a ser malas noticias, y como sé que estáis todas destrozadas por lo de Grey, dejo de meter el dedo en la llaga y voy a daros un notición: ¿Os acordáis de Rebelde? La serie mexicana. Que luego montaron un grupo: RBD. ¿Y os acordáis de la prota? La pija. La del gomet en la frente (que en serio, ¿un gomet en la frente? ¿Por qué?) La de «No inventes, Celina, no inventes». Que Celina era la amiga gordita de la pija (que lógicamente estaba muy buena, porque si no what’s the point en que fuera protagonista de una serie en 2000. Puees eso). Las que tenéis mi edad sabéis quién es, que lo sé yo, que estabais enganchadas a la serie y la comentabais en el patio y eso las que no hicierais pinitos ante el espejo con una faldita de cuadros y cosas cantando lo de «Y soy rebelde…» con una cepillo del pelo por micrófono. (Nunca el uniforme del colegio fue tan popular y nunca me quedó tan mal. Que yo llevaba y menuda pinta, de verdad). Total, esa, que nos desviamos. Pues se ha casado este finde. Con un gobernador mexicano. CON UN GOBERNADOR. Tócate. Si yo fuera ella habría tuiteado algo como «Lo típico que te casas con un gobernador». Lo típico. Tío, en España no tenemos esas cosas tan guays. Aquí el que gobierna es el presidente, y nadie quiere casarse con Rajoy. Si acaso con el de Ciudadanos, que Albert Rivera tiene su puntillo, pero él ni gobierna ni nada. En fin, que no puedo con la vida últimamente, petits.
P. D.: Si lo preferís os lo cuento (y os lo canto) en vídeo:
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