Durante dos semanas, estuve de visita en Gran Canaria y mi tío Mario me llevó en coche de excursión por toda la isla. Fue tan interesante todo lo que vi y cada pueblo que visitamos que decidí hacer una serie de entradas para el blog llena de recomendaciones con la ruta que seguimos cada día.
Tarde del día tres: ¡desde Santa Lucía a Maspalomas!
Santa Lucía, fue el siguiente pueblo que visitamos. Allí paramos en uno de los bares para comer un poco de queso duro de Tejeda y unas aceitunas majadas propias del municipio.
En este pueblo son devotos de Santa Lucía ?un poco obvio, no?- patrona de los ciegos, por eso dentro de la Iglesia conseguirás un retrato de la Santa con muchos dijes de ojos.
Y llegamos a Fataga, mi pueblo favorito y el más bonito de todos. Calles pequeñas, paredes blancas con muchas flores. Quizás no tenga un gran iglesia, o un museo? pero su sencillez robó mi corazón.
Seguimos por la carretera, cada vez más y más sinuosa hasta llegar a la Degollada de la Yegua (No sé por qué le dicen así, pero sin duda es un nombre extraño) Es parada obligada porque la vista de la carretera perdiéndose entre las montañas con el mar de fondo es una visión que vale la pena.
Última parada del viaje fue Maspalomas, una playa turística con un gran muelle?paseo que recorre la playa. De un lado el mar, del otro los grandes complejos hoteleros. Es aquí en donde se encuentra el hotel que tiene una réplica de la iglesia de Agüimes del que les hablé en la entrada anterior.
Aunque no llevaba traje de baño y estaba en converse, necesitaba mojarme los pies. Tenía al menos 4 años sin ver, oler o sentir el mar. Así que me senté y me regalé 5 minutos para mí y para los cangrejos ermitaños que tenía alrededor. (Es que de niña me gustaba colocarlos en la palma de mi mano para verlos caminar)
* Sigue la ruta por Gran Canaria con el mapa de cada día y las recomendaciones de cada pueblo, o revisa más Check-in de nuestros viajes o de las postales de viaje que le envío a mi sobrino